MITOS

Los partidos y las trampas

Por Carlos Lazcano
lunes, 19 de marzo de 2018 · 00:00

Hace unos días leí una nota donde se comentaba que el Instituto Estatal Electoral de Baja California aplicará una serie de multas a partidos políticos que cometieron varias irregularidades en los procesos electorales del 2015 y 2016. Hay multas para Morena, el Partido de Baja California, PRD, PAN, PRI y Movimiento Ciudadano. Las multas ascienden a muchos millones de pesos.

Eso de castigar a los partidos que hacen trampa aplicándoles multas económicas me parece absurdo, ya que esas multas se pagarán del mismo presupuesto que el IEE otorga a los partidos. La señal que nos mandan los partidos es que para ellos es mejor hacer trampa que respetar las reglas. Lo peor es que esas trampas que hacen en las elecciones las harán cuando lleguen al poder, robándose todo lo que puedan. Ese tipo de “castigos” que se da a los partidos es parte de la impunidad que opera en nuestro país. Esos “castigos”, lejos de impedir o desmotivar las trampas, las promueven.

En las Olimpiadas y en las justas deportivas más importantes, si cualquier competidor hace trampa, no se le castiga con una simple multa, sino que se le inhabilita por un tiempo, pueden ser años, según qué tan grave sea la falta cometida.

Unas elecciones políticas son mucho más importantes que cualquier competencia deportiva, por lo que las trampas que se hagan en ellas deberían castigarse de una manera ejemplar. Si los partidos ya mencionados hicieron trampas en las pasadas elecciones de 2016, el castigo que procede es que no puedan participar en la siguiente elección. Como fueron elecciones locales, se les castiga a ese nivel, pudiendo participar en las elecciones federales. Si se les aplica un castigo así, desde luego que los partidos se la pensaran dos veces antes de volver a querer hacer trampa.

Además, si alguien hace trampa es una pésima señal de lo que podrá hacer como gobernante. Un partido así, tramposo, deja de tener credibilidad y autoridad moral, por lo que tendrá que hacer algo para recuperarla.

Si un partido, a pesar de que se le castigue insiste en hacer trampa, debería llegarse al castigo extremo de anularse su registro. Y tenemos ejemplos, sobre todo en el PRI, de cómo elección tras elección, siguen haciendo trampa. Y la siguen haciendo porque en la práctica no se les castiga y se les otorga esa impunidad que tanto daño hace a México.

Hacer trampa en una elección es un atentado contra la democracia y el bien común, de ahí que debería considerársele un delito grave, y las sanciones que se le apliquen deberán ser fuertes. Mientras esto no ocurra, muchos partidos seguirán con sus trampas, ya que eso les ayuda a seguir viviendo del presupuesto.

Es mucho el dinero que se les da a los partidos, demasiado, incluso es hasta obsceno lo mucho que gastan y tiran a la basura. Por lo mismo debería exigírseles con mucha firmeza que hagan bien las cosas y si no las hacen bien castigarlos en serio, no dándoles impunidad.

carloslascano@hotmail.com
 

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