LA MARAÑA CÓSMICA

El tiempo es un artificio

Por Rolando Ísita Tornell*
lunes, 19 de marzo de 2018 · 00:00

Falleció el astrofísico Stephen Hawking, un científico sorprendentemente tan popular como Albert Einstein, aunque tengo mis dudas si la popularidad de ambos se deba a sus aportaciones al conocimiento de la materia, la energía, el espacio y el tiempo, brincaría yo de júbilo y columnas como ésta tal vez no serían necesarias.

No obstante, la fama y reconocimiento a investigadores que aportan conocimientos nuevos sobre el cosmos y la materia de la que está constituido todo, considero que es un fenómeno social importante y optimista frente a famas por banalidades, ambiciones, avaricias o extraordinarias habilidades con las extremidades de los cuerpos, que no ofrecen ideas o anhelos para ser mejores en pensamiento y actitud.

Stephen Hawking falleció en fecha emblemática, el día 14 de marzo que se celebra el día internacional de una relación interminable, infinita, la de la circunferencia con su diámetro que los griegos clásicos llamaron “Pi”; cualquier diámetro cabe en el perímetro de su circunferencia tres veces y una fracción, y por más que intentemos jamás será exacta, absoluta, sino interminable.

Hawking fue víctima de una enfermedad progresiva de las neuronas responsables del movimiento del cuerpo desde muy joven, pero sus otras neuronas indagaron en el tiempo, el espacio, la materia y la energía, los ingredientes fundamentales de todo lo que sucede y existe desde hace 13 mil 800 millones de años, que es la edad que los astrofísicos han calculado para el Universo, cuyas estrellas fabrican todo el material que existe, incluyéndonos a nosotros.

De los postulados, ecuaciones y reflexiones de Hawking sobre El Tiempo se puede inferir que es un artificio humano útil para medir la duración de todos los hechos que nos rodean, a mí me dejó la sobrecogedora certeza que ¡siempre es hoy!, que el ayer y el mañana son imaginarios; el día y la noche se reducen al fenómeno de una canica que gira sobre sí misma y es iluminada por un único foquito cercano; y el tiempo nos lo inventamos para saber cuánto dura el espacio de la canica iluminado por el foquito y llamamos días (con sus noches); o las veces que la canica da una vuelta completa alrededor del foquito, con nosotros montados sobre la canica y llamamos “años”.

Para la física y la astronomía Stephen dejó aportaciones clave para la comprensión de las propiedades de los agujeros negros, combinó la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad general para predecir una forma de lanzamiento de rayos en la frontera de los agujeros negros (horizonte de eventos, le llaman los astrofísicos), no es completamente cierto que se engullan todo a su alrededor.

*Coordinación de comunicación UNAM Ensenada
 

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