POR SI LAS MOSCAS

Un país democrático

Por Laura Monzón
viernes, 2 de marzo de 2018 · 00:00

¿Vivimos en un país democrático?

La pregunta es de rigor, hoy día, siendo que estamos a tres meses de que se lleven a cabo las elecciones federales y la corona presidencial cambie de cabeza, tal vez de partido e, incluso, que llegue a ostentarla un independiente. No lo sabemos aún, pero tenemos nuestras sospechas por la forma en que se maneja la vida política en nuestro país.

Si navegamos por las redes sociales, podemos encontrar infinidad de publicaciones y enlaces que llevan a blogs de opiniones, en donde se habla sobre la democracia en México. La mayoría concuerdan en un punto: los comicios electorales.

En general, dicen que la democracia es una herramienta del pueblo para hacer respetar sus derechos electorales; es un sistema en que la gente, a través del voto, elige a sus dirigentes; es un instrumento de participación de los ciudadanos en la elección de sus gobernantes…

Incluso, si vamos a Wordreference, el diccionario más querido de los internautas, la definición de democracia es: “Doctrina política en favor del sistema de gobierno en que el pueblo ejerce la soberanía mediante la elección libre de sus dirigentes”.

Aunque con palabras diferentes, la mayoría coinciden. Sin embargo, aunque las explicaciones anteriores no están erradas, no son del todo correctas.

La democracia no inicia ni finaliza con las elecciones. Va más allá de levantarnos un domingo y dirigirnos a la casilla correspondiente, para marcar con una equis el recuadro del candidato que más nos agrade en la boleta, para luego introducirla en la urna.

Según la etimología, democracia (demos - pueblo y kratos - poder) quiere decir el “gobierno del pueblo”. Sin embargo, la idea es tan ambigua que, en realidad, seguimos sin entender el enorme significado de la palabra.

Según una explicación del filósofo iraní Ramin Jahanbegloo, la democracia es el ejercicio del poder del pueblo sobre el pueblo. Pero él mismo se pregunta, ¿quién gobierna en las democracias actuales? Su respuesta es “quienes ocupan una posición de autoridad sobre una comunidad política.

Agrega que la democracia es “la actividad colectiva, explícita y responsable de unos ciudadanos, cuyo propósito es instituir condiciones de libertad e igualdad para que todos puedan participar y tomar decisiones”.

Pero no sólo se trata de ser libres, iguales y participativos para tomar la decisión que más nos complazca, siendo que la acción pública debe tener consecuencias cívicas, o sea que deben respetarse las leyes, observar el bienestar de la comunidad y contribuir al correcto funcionamiento social.

Retomando las palabras de Jahanbegloo, la democracia exige partir de “un concepto de ciudadanía que incorpore aspectos éticos y ontológicos de la idea de sociedad civil”, es decir, que los ciudadanos se inmiscuyan en la política sin formar parte del gobierno y sin pertenecer a un partido político u organización, siendo que la palabra política, por sí sola significa “el arte de vivir en sociedad”, según su etimología.

Por tal razón, dice el filósofo, la democracia está más apegada al concepto de “sociedad civil” que al de “elecciones”. Tiene que ver más con la organización del pueblo, que con el gobierno en turno y los partidos.

La democracia es una forma de vida. Es el cariño que se tiene la sociedad a sí misma; es su organización, su participación y su toma de decisiones, para avanzar hacia un bien común.

Por lo tanto, si México dista de ser un país democrático, es porque continuamos pensando que es culpa de los políticos y seguimos creyendo que la democracia empieza y acaba en las elecciones.

En realidad, no es culpa del gobierno sino del pueblo y su falta de interés en sí mismo.

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