ECONOMÍA Y POLÍTICA

El PRI obsoleto

Por Rolando Daniels Pinto
lunes, 5 de marzo de 2018 · 00:00

El problema no radica en la edad, sino en lo obsoleto del organismo

Arcángel Rojo

El PRI cumplió este 4 de marzo 89 años de larga vida en el poder público, con tan sólo 12 de ellos sin estar en la titularidad del Poder Ejecutivo nacional, pero siempre con fuerza en el Poder Legislativo y también con mucha influencia en la designación de los integrantes del Poder Judicial de la Federación.

A pesar de su avejentada edad, el PRI aún ostenta la titularidad en la Presidencia de la República y cuenta con el mayor número de legisladores en ambas cámaras; la incertidumbre es no saber cómo llegará el PRI a los 90 años, si vivo y estable o vivo pero convaleciente de una enfermedad terminal.

Y es que más allá del resultado electoral del próximo 1 de julio, el PRI debe replantearse la pertinencia de su estructura actual, si ésta responde a la expectativa ciudadana sobre los partidos políticos y si le alcanza para ser un real representante de los diversos sectores y clases sociales que pretende albergar.

No olvidar que en sus orígenes, el PRI representaba indistintamente a los sectores obrero, campesino y popular – quienes no siempre comulgaban en intereses – y lo mismo les daba cabida tanto a militares como a civiles; incluso en épocas más recientes le abrió un espacio especial al sector empresarial.

De esta forma, el PRI es un partido multisectorial y multiclasista; además, es un partido de cuadros, agrupados en su cúpula, el Consejo Político Nacional, pero con organizaciones de masas representadas por las centrales obreras o campesinas, así como en el sector popular (CNOP) y otras organizaciones.

La estructura priista, históricamente tuvo tanto su espacio como su viabilidad política y social, en la época del Partido de Estado, pero en las circunstancias actuales en donde la militancia política del país se divide en 9 partidos políticos nacionales (PRI, PAN, PRD, MC, PVEM, PANAL, PES, PT y Morena), más otros de corte estatal, parece inviable la sobrevivencia de un partido de corte tan diverso.

Efectivamente, dado que el PRI históricamente se autonombró el heredero universal del pensamiento de la Reforma juarista y de la ideología de la Revolución Mexicana, lo mismo le dio para encabezar gobiernos desde el centro izquierda hasta los de corte neoliberal, desde autoritarios hasta demócratas.

Sin embargo, muy lejos quedó el nacionalismo revolucionario, así como su lema de “sociedad igualitaria y justicia social”; hoy su ideología deambula extraviada en una Socialdemocracia impuesta déspotamente cuando Beatriz Paredes Rangel fue la Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional priista.

¿Alguien se imagina a Carlos Salinas de Gortari, a Ernesto Zedillo Ponce de León, a Enrique Peña Nieto o a José Antonio Meade cantando el Himno de la Internacional Socialista? ¡Claro que no! ¿Cómo entonces van a solucionar en el PRI su ecléctico bagaje ideológico?, ¿con mayor pragmatismo?

En el olvido quedaron pensadores ilustres como Jesús Silva Herzog y Jesús Reyes Heroles; algo es claro, el PRI está obsoleto como partido multisectorial y multiclasista, debe morir y renacer redefinido.

Tal es el extravío ideológico y la miseria política del PRI actual, que tuvo necesidad de extraerle a la sociedad a un ilustre economista para hacerlo su candidato a la Presidencia de la República y éste en el discurso del reciente aniversario priista dijo: “No vamos a permitir que regrese un México de caudillos o de un mesías”. ¿Ah no? Que voltee a Palacio Nacional y al Hipódromo de Tijuana. ¡No lo oyeron!

rdanielspinto@hotmail.com
 

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