COYUNTURA

La brecha continúa

Por Eloísa Talavera Hernández*
jueves, 8 de marzo de 2018 · 00:00
El Día Internacional de la Mujer es una fecha que se conmemora en muchos países del mundo para refrendar la participación histórica de las mujeres como artífices del desarrollo de la sociedad y reafirmar la plena participación de la mujer, en condiciones de igualdad, en la vida política, civil, económica, social y cultural.

La Carta de las Naciones Unidas, firmada en 1945, fue el primer acuerdo internacional para afirmar el principio de igualdad entre mujeres y hombres. Desde entonces, la Organización de la Naciones Unidas (ONU) ha contribuido a crear un legado histórico de estrategias, normas, programas y objetivos acordados internacionalmente para mejorar la condición de las mujeres en todo el mundo.

Despiadada realidad
En México, durante la última década cada cuatro horas una niña, joven o mujer adulta fue asesinada en las 32 entidades federativas, según registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La mayoría de estos homicidios fueron producto de una combinación entre odio de género e impunidad. Lo que nos demuestra el grado de vulnerabilidad en que se encuentran las mujeres en nuestro país.

Por otro lado, las labores domésticas y el pago de sueldos inequitativos constituyen parte de los desafíos que, en el terreno financiero, deben enfrentar las mujeres; en este tema las labores domésticas y de cuidados que realiza cada mujer en México tienen un valor promedio de 47,400 pesos netos anuales, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Pero en la realidad se trata de un tema en donde las mujeres trabajan las 24 horas del día los siete días de la semana sin ninguna retribución y sin contar con los beneficios de la seguridad social.

Continuando con el tema de la desigualdad en el terreno laboral, de acuerdo a la OCDE, los hombres ganan 18% más que las mujeres en México, proporción que prácticamente se ha mantenido en la última década. Sin embargo, según el libro ¿Oprimidas o empoderadas? Dónde están las mexicanas del siglo XXI, de la Fundación Banorte y Travesías Media, esta diferencia puede ser hasta de 40% en puestos de alto mando.

En el último estudio realizado en 2012 sobre la búsqueda de la igualdad de género, los países de la OCDE identificaron las tres cuestiones más importantes de desigualdad de género: la violencia contra las mujeres; la persistente disparidad salarial entre los géneros; y la distribución desigual del trabajo no remunerado.

En la administración pública es baja la presencia de mujeres en puestos de alta dirección, solo una quinta parte de las Secretarías de Estado tienen a una mujer como titular y en los puestos de dirección de área las mujeres ocupan solo la tercera parte, según datos del Inmujeres.

En México, como en otros países, se le resta atención a la equidad de género en cuestiones políticas. Aunque es cierto que hoy por hoy, con la legislación vigente que mandata la equidad horizontal y vertical, hay muchas más mujeres legisladoras y alcaldesas, sin embargo, únicamente hay una gobernadora estatal en el país y en lo que respeta a los comités directivos estatales de los partidos políticos, por lo menos en Acción Nacional, solamente dos estados están liderados por mujeres.

Todo esto es una muestra clara de que tenemos que avanzar de forma más resuelta y contundente en los asuntos relacionados con la equidad de género y de generar más oportunidades para las mujeres, tanto en el sistema Judicial como en el aparato del Poder Ejecutivo federal y de los poderes estatales y municipales. Lo mismo tiene que suceder en el mundo de la ciencia y la tecnología que está controlado principalmente por varones, en donde la mujer no ha tenido las mismas oportunidades de desarrollo profesional.

Desde la Cámara de Diputados, en la fracción parlamentaria del PAN, hemos trabajado fuertemente para abatir la brecha entre mujeres y hombres, impulsando el potencial que en toda mujer hay, para ser pilar de su familia, de su comunidad y de su país, es un esfuerzo inacabado, en el que hay gran camino que recorrer y en donde estamos listos para continuar haciéndole frente.

Pero nuestro esfuerzo debe ser acompañado por todos los sectores de la sociedad, pues la situación de la mujer no se cambiará solo con reformas legislativas. Desde ya tenemos que impulsar y fomentar la posibilidad de que mujeres capaces dirijan grandes corporativos, grandes centros de investigación y participen activamente en la vida financiera del país. De ese tamaño son los retos de México para reivindicar la importancia de la mujer.

* La autora es diputada federal

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