ANDANZAS ANTROPOLÓGICAS

Estudiemos al público del Museo Histórico Regional

Por Luis Gabriel Razo Castro*
jueves, 8 de marzo de 2018 · 00:00
Estudiar a los públicos implica poner a prueba el proyecto actual del museo, así como el futuro. Graciela Schmilchuk

Desde 1916 se han hecho estudios relacionados a los elementos que desinteresan o no resultan atractivos para los visitantes en museos. Después de más de cien años investigando sobre la impredecible subjetividad de las personas que deciden visitar un museo, se siguen buscando las razones. Pasando por cuestionarios, observación, entrevistas, experimentos, grupos focales, se ha llegado hasta la propuesta de grabar, sin que el visitante lo note, los comentarios espontáneos que las personas emiten al momento de entrar en contacto con las exhibiciones. Museos nacionales en resguardo del Estado, en propiedad de particulares, de países como Inglaterra, Francia, Argentina, España, Chile y México, el trabajo de escudriñar en la decisión a consumir la oferta museística y definir los porqués se encuentra sin establecerse contundentemente.

El Museo Histórico Regional del INAH en Ensenada ha realizado una labor empírica desde su apertura, esto no quiere decir que las colecciones que ha exhibido no sean diseñadas por profesionales en sus áreas, sino que la planeación de la lógica museológica y museográfica se construye en supuestos, que en muchas ocasiones, los mismos investigadores, arqueólogos, antropólogos, lingüistas, arquitectos, comunicólogos, educadores, biólogos, definen desde la óptica particular de su disciplina. En esto, realmente no podemos encontrar un problema difícil de solventar, sino que lo critico, en el fondo, es definir como estas disciplinas mencionadas pueden trabajar coordinadas en pro de generar exhibiciones que el público demande visitar. En ese sentido, es importante mencionar que se insiste desde una perspectiva lúdica, que los textos, las cedulas, pie de objeto y los objetos mismos debieran estar mostrados pensando en ser un mensaje que será recibido, procesado, interpretado y reproducido. Esa es la responsabilidad del museo.

Además, la necesidad de fortalecer esta área de Estudio de Publico en el museo en comento, se sustenta principalmente en la necesidad del museo a ser visitado. Un museo que no es visitado, poca razón de existir tiene. Aunque el público visitante al Museo Histórico Regional se encuentra en un margen aceptable, estadísticamente hablando. Pero, ¿no es Ensenada la ciudad con más científicos por habitante? o ¿será necesario establecer una red de museos ensenadense para que la competencia entre los que se cuentan se sumen?

Una tarea paralela de un museo es pues, en estos tiempos de consumo, pero de revalorización de las individualidades, comprender no solo las características demográficas de sus visitantes, sino también las necesidades culturales de los mismos. Entender porque deciden encontrarse en el espacio museístico con realidades que se cuentan, quizá, desde un punto de visto distinto al de ellos. Permitirle al visitante decir lo que hace falta y porque es necesario que se alcance. No se debe olvidar que tanto usted que se toma el tiempo para leer estas líneas, como el resto de los habitantes en cada rincón del mundo gozamos del Derecho Universal a la Cultura, tarea del museo (también) es garantizarlo.

Actualmente se realizan en Baja California investigaciones importantísimas en el área de Arqueología, Lingüística y Paleontología. En este momento, mucha de esta información se produce mediante los informes de los especialistas, el trabajo del museo es filtrar los datos para exponerlos. Por otro lado, también se genera información sobre la memoria colectiva de la ciudad, esta debe graduarse para generar exhibiciones. Todo esto compone el patrimonio cultural de los ensenadenses. Sería interesante preguntarles a los habitantes de nuestra ciudad como quieren conocer estas historias.

* Custodio de Museos

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