BENCHMARK

¿Vio al gorila?

Por Jorge A. Meléndez
viernes, 10 de agosto de 2018 · 00:00

¿Qué tan bueno es para enfocar su atención? Tome aquí una prueba corta y sencilla: https://tinyurl.com/ybptgqrd. Observe el video con detenimiento y conteste: ¿cuántos pases dio el equipo de blanco?

¿Ya? La respuesta correcta es 15. Pero, ¿vio el gorila que pasó en medio de los jugadores y hasta saludó? Si es como yo (y como 70% de los que toman la prueba), el gorila le fue invisible.

Interesantísimo y preocupante: ¿qué está pasando? Hay dos posibilidades. La primera ya la hemos discutido aquí: creemos que somos muy racionales cuando en realidad la mente nos pone trampas.

“Estamos ciegos a nuestra ceguera. No sabemos lo poco que sabemos”. Sabiduría pura de Daniel Kahneman.

El científico israelita ganó el premio Nobel de Economía por su trabajo (junto con su colega Amos Tversky) para identificar los sesgos cognitivos que empañan el pensamiento racional. Relea “Las trampas de la mente”, “Decisión y temor” y “No se equivoque al pensar”.

Esa es una posibilidad. La otra es que la pregunta condiciona la observación del video. Imagine cambia la instrucción: observe y resuma que vio. Le aseguro que así no se le escapa el gorila.

“La explicación alternativa es que lo que la gente busca y no lo que la gente ve determina lo que es obvio”, explica el profesor de Oxford Teppo Felin en un gran artículo en la revista Aeon.

Exacto. Si busca pases de un equipo no ve al gorila. Por lo tanto las preguntas son claves, pues determinan a que se le pondrá atención. Algo importantísimo para los negocios (y la política).

Si se pregunta lo incorrecto, quizá algo obvio que es vital pasará totalmente desapercibido. Una receta segura para el fracaso

¿Cómo realizar las preguntas correctas? Primero, evitando las equivocadas. Según la escritora Fran Peavey:

  • Disfrazadas, porque manipulan. “¿Has considerado?” por ejemplo busca que se apruebe una idea del interlocutor.
  • Preguntas de “sí o no”. No se explora nada.
  • Cerradas, por la misma razón que la anterior.

El consultor Roger Scharz agrega en su blog del Harvard Business Review otras preguntas a evitar: las retóricas.

“Te sientes bien al preguntar, pero la respuesta no lleva a ningún lado. Por ejemplo: ¿no crees que esto va a funcionar, verdad?”. Si sabe la respuesta, o si cuestiona para ver si le dan la respuesta correcta o para probar un punto, la pregunta es retórica. Evítela.

Entonces, ¿cuáles serían preguntas conducentes?
Los consultores Andrew Sobel y Jerold Panas escribieron un libro al respecto: “Preguntas poderosas”. Identifican 44 preguntas poderosas y otras 293 secundarias.

Considere por ejemplo las siguientes 4 preguntas poderosas:

  1. ¿Es esto lo mejor que puedes hacer? (¡Steve Jobs siempre hacía esta pregunta!)
  2. Si se invirtieran los papeles, ¿cómo te gustaría que te trataran?
  3. ¿Te importa que empecemos de nuevo?
  4. ¿Qué opinas?

“Las preguntas buenas son más poderosas que las respuestas mismas. Retan al pensamiento. Redefinen y re enmarcan problemas. Tiran agua fría a los supuestos y nos llevan a abandonar lo tradicional”, señalan en un artículo del Globe and Mail.

Hal Gregersen -profesor de INSEAD y autor del libro “El DNA del Innovador”- sugiere el método de preguntas catalizadoras para enfrentar problemas o retos importantes. 5 pasos:

  1. Encuentre un pizarrón o rotafolios.
  2. Elija un problema o reto importante.
  3. Acumule unas 50 preguntas. No edite, sólo apunte. Agote la capacidad inquisitiva y deje los supuestos afuera.
  4. Evalúe y decida por unas pocas preguntas que tengan el potencial catalizador para romper el estatus-quo.
  5. ¡A trabajar! Busque respuestas, porque las preguntas no lo llevarán a ningún lado. Experimente, construya prototipos. Evalúe, genere más preguntas y encuentre soluciones.

Cierro con algo que le va a sonar familiar: la apertura del jefe, la diversidad de su equipo y la calidad del debate (sobre ideas y no sobre personas) son los tres factores clave para innovar consistentemente.

Si no se hacen las preguntas correctas seguirá contando pases mientras los gorilas tranquilamente le comen el mandado.

Posdata. La liberación de Elba Esther apesta a pacto Peña-AMLO. La educación de nuevo en manos de los sindicatos. QEPD la reforma educativa. Lo peor es que, comparada con la CNTE, Elba va a ser “la buena”. Madre mía.

En pocas palabras
“El arte y la ciencia de hacer preguntas es la fuente del conocimiento”.
Thomas Berger, escritor estadounidense

benchmark@elnorte.com
Twitter: jorgemelendez

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