AJEDREZ PÚBLICO

Memorial

Por Alfonso Torres Chávez
sábado, 11 de agosto de 2018 · 00:00

Las líneas generales de una política criminal definida, nos dan la pauta para uno de los objetivos principales de la criminología: la prevención.

Uno de los problemas fundamentales de cualquier país del orbe, es cómo lograr que sus ciudadanos se sientan más seguros.

De acuerdo con estudios realizados por expertos de Naciones Unidas, la criminalidad ha tenido un aumento del 5% en promedio, por lo que la situación de seguridad en el mundo está en un grave detrimento.

Por donde se le vea las personas han dejado de sentirse seguras. Esto desde luego, no significa que todos los esquemas que se han planteado no estén correctos, simplemente se trata de un aumento inusual en las conductas delictivas.

La seguridad pública en el mundo ha provocado que las personas modifiquen sus esquemas de comportamiento, y la vida social también se ha visto afectada.

El Estado que debería cumplir con la función de velar por la seguridad de las personas, no cumple con su obligación y a esto hay que sumar el hecho de que las personas ya toman la autodefensa como un principio.

Los linchamientos son impactantes a nivel mediático, pero no resuelven el problema de fondo.

Aun cuando el Estado nos ha dejado solos, esto no significa que el linchamiento sea un solución, pero sí significa que el Estado en su conjunto es incapaz de cumplir cabalmente con sus funciones.

La utilidad de la criminología sigue vigente.
Si la inseguridad sigue en nuestro medio se debe a una pésima delineación de la política criminal.

El Estado delinea una política criminal, que normalmente deja de aplicarse cuando llegamos al final del sexenio.

Con el cambio, nuevamente volvemos al problema de delinear una política criminológica que permita a las personas un ambiente de seguridad.

Una vez que el Estado ha fijado sus líneas generales en materia de prevención, lo importante sería darle un seguimiento, seguimiento que en México, no existe por el cambio de administración no se revalora lo anterior.

Y entonces cumplimos la profecía de la piedra de Sísifo: llevar la piedra hasta la cumbre, para después ver como cae a fin de sexenio, para que la nueva administración la levante de nuevo.

En México, no se da seguimiento a los programas de gobierno, y esto afecta gravemente la aplicación de estos, sobre todo en materias sensibles como la seguridad pública.

Los expertos en prevención son los criminólogos.
Sin esta ciencia estamos perdidos. Habría que considerarlo.

alfonsotorr@gmail.com

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