POR SI LAS MOSCAS

¿Cómo dicen que dijo?

Por Laura Monzón
viernes, 17 de agosto de 2018 · 00:00

La deficiente recolección de basura es un problema que ha llegado a niveles alarmantes. Es sólo cuestión de salir a la puerta de la casa, para aspirar el buqué putrefacto emanado del bote atiborrado de desechos, y que seguirá así por los próximos días; tal vez semanas… o meses.

Parece que esta maloliente situación tardará tiempo en regularizarse, porque no hay camiones, dinero ni disposición por parte de las autoridades.

Hace unos días, el director de Infraestructura y Servicios Públicos Municipales, César Cuevas Ceceña, comentó que están trabajando en estrategias para normalizar el servicio y que la recolección sea más eficiente.

Después de los aplausos por la magistral iniciativa, reveló que la normatividad vigente estipula que “El Gobierno Municipal no debe recoger la basura comercial, incluyendo departamentos que son rentados”.

A ver, a ver, ¿cómo dicen que dijo?
Lo que el señor director quiso decir, es que aquellos honorables ciudadanos que rentan un departamento para vivir deben exigir a su arrendador que contrate el servicio de recolección de basura a una empresa privada.

Para darle validez a sus argumentos, Cuevas Ceceña citó el artículo 43 del Reglamento para el Control de la Calidad Ambiental: “La Dirección (de Administración Urbana, Ecología y Medio Ambiente) vigilará que la recolección, manejo, disposición final de residuos sólidos no peligrosos provenientes del servicio de limpia de calles, calzadas, bulevares, plazas, jardines y parques públicos, oficinas, comercios, mercados públicos y demás establecimientos similares...”. Muy bien. ¿Y luego?

La directora de Administración Urbana, Ecología y Medio Ambiente, Matilde López Chávez, dijo que sí se pretende aplicar dicha medida en el futuro, pero aún no existe un padrón para poder llevarla a cabo. Agregó que ella no tiene conocimiento que se esté restringiendo la recolección de desechos a viviendas en renta.

Gracias al manoseo de leyes y la táctica importada desde Noruega, el de por sí deficiente servicio de recolección se ha vuelto un infierno pestilente, porque parece que los señores del camión se llevan los desechos según su criterio.

Revisando el Reglamento de Control de Calidad Ambiental y el de Manejo de Residuos Sólidos Urbanos y Aseo Público, resulta que no existe algún artículo que restrinja el servicio a viviendas rentadas y, de hecho, tampoco a comercios. Tampoco hablan de la obligación de contratar servicios de recolección particulares.

Lo interesante es que el artículo 44 bis del primer reglamento dice: “Los residuos sólidos urbanos producidos a nivel doméstico serán recibidos por las unidades recolectoras…” y el segundo reglamento, en su artículo 7 dice: “Corresponde al municipio, el manejo de los residuos sólidos municipales…”, es decir, aquellos originados en los núcleos urbanos como resultado de las actividades domésticas y comerciales, que no sean peligrosos. Más claro, ni el agua.

El problema es que nosotros, ciudadanos imberbes, no entendemos que aunque pagamos impuestos, el Ayuntamiento no está obligado a prestarnos ningún servicio: nos hacen el favor. Además, todo lo no dicho en los reglamentos está como dicho. Si los botes derraman basura es nuestra culpa, por no pensar en contratar un servicio particular.

Es obvio que los señores del municipio prefieren lavarse las manos, antes que hacer bien su trabajo y cumplir con los ciudadanos que pagamos su salario.

Si lo que quieren es que hagamos uso de servicios privados, está bien. Ahora es la basura; luego será luz, agua, seguridad, lo que le sigue, y llegará un día en que ya no contaremos con servicios públicos.

La buena noticia puede ser que podremos deshacernos de los funcionarios incompetentes que son puntuales para cobrar, pero no en cumplir con sus responsabilidades.

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