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La Constitución Ejecutiva

Por Jorge A. Meléndez
martes, 21 de agosto de 2018 · 00:00

Hace poco Andrés Manuel mencionó de nuevo el proyecto de redactar su famosa “Constitución Moral”. Claro, previa consulta ciudadana.

“El propósito no sólo es frenar la corrupción política y moral que nos hunde, sino establecer las bases para una convivencia futura sustentada en el amor”, dijo en febrero pasado al hablar del tema.

Y no se le ha olvidado. Aunque hay interpretaciones maquiavélicas de este plan (ir preparando cambios populistas a la Constitución legal), prefiero pensar que sus intenciones realmente son amorosas.

Como dice mi amigo Sergio Saldívar: “El cambio real en México sólo se dará si recuperamos los valores morales”. Quizá tenga razón. Pero hoy le propongo otra cosa a Andrés.

La Constitución Ejecutiva: México está urgido de ejecución efectiva, eficiente e ingenieril de buenas ideas. No más leyes, consultas y comités. Hace poco escuché a Javier Sicilia decir que sobran los foros de inseguridad: “Hay un sobrediagnóstico. Ya conocemos a fondo el problema. Lo que urgen son soluciones reales”. ¡Exacto!

Y precisamente para evitar una laaarga consulta popular, someto a consideración esta iniciativa de apenas 10 artículos:

PRIMERO. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán del derecho de que los fondos públicos se gasten con eficiencia en obras de buena calidad y del menor costo posible.

SEGUNDO. Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover una ejecución efectiva de ideas cuya bondad haya sido comprobada. Se abstendrán de proponer ocurrencias o conceptos que ya han fracasado.

TERCERO. Todo proyecto será acompañado de un análisis costo/beneficio de todas las alternativas disponibles para asegurarse que se eligió la mejor opción. El criterio de decisión final debe ser el beneficio real (sobre todo económico) para la ciudadanía.

CUARTO. No se implementará ningún proyecto sin un plan calendarizado con metas específicas. Se presentarán reportes de avance precisos y continuos, especificando razones de los atorones y medidas concretas para corregirlos.

QUINTO. Los altos funcionarios del Poder Ejecutivo tendrán experiencia operativa y con resultados probados en sus áreas de influencia. Se prohíben los directivos “todo terreno”.

SEXTO. Los miembros del Poder Legislativo estarán preparados adecuadamente académica y vivencialmente para proponer iniciativas útiles. Será motivo de separación del puesto el paralizar leyes ya aprobadas por bloquear nombramientos necesarios o por no aprobar las leyes secundarias de la materia.

SÉPTIMO. El Congreso de la Unión expedirá sólo las leyes necesarias para que todos los niveles de gobierno tengan un buen funcionamiento y den resultados efectivos al ciudadano. Se evitarán comités, comitivas internacionales y comisiones especiales superfluas.

OCTAVO. El criterio básico de selección y promoción en la función pública será la aptitud para dar resultados al ciudadano. Está prohibido contratar a cuates y compadres ineptos en todos los niveles de gobierno de los Estados Unidos Mexicanos.

NOVENO. Todo ciudadano tiene derecho al libre acceso y revisión del detalle de cómo se gastan los fondos públicos. Por lo tanto, las cuentas públicas se presentarán con sencillez, detalle y consistencia a través del tiempo.

DÉCIMO. Se castigará con prontitud y determinación al funcionario público que viole los principios de eficiencia y efectividad ejecutiva en el desempeño de sus tareas. Los actos de corrupción no serán perdonados aunque se hubiese resarcido el dinero mal utilizado.

Si se aplicaran estos 10 artículos México cambia.
Sus leyes reglamentarias serían las prácticas gerenciales, administrativas y de sistemas que se requieren para que cualquier organización pueda ejecutar eficientemente de forma consistente.

Ése es a fin de cuentas el punto. El diablo de los buenos resultados está en los detalles operativos. Los rollos bonitos siguen siendo rollo.

La moral, la ética y los valores permiten elegir la dirección correcta. La ejecución de ideas adecuadas asegura que se llegue al destino, ¿no?

Posdata. Me preguntan algunos sobre la consulta del NAIM. Es una megavacilada populista. El asunto es técnico y deberían decidir los técnicos. Y ya analizó MITRE: la mejor opción es Texcoco y la propuesta de AMLO no es viable. ¿Se está gastando mucho en el NAIM?, ¿hay retrasos?, ¿corrupción? Corrijan. Ésa sería la opción madura.

En pocas palabras...
“Sin trabajo, lo único que crece es la mala hierba”.
Gordon B. Hinckley, religioso estadounidense

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Twitter: @jorgemelendez

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