DE VUELTA AL MAR

Soberanía alimentaria

Por Dr. Steephen Martínez
viernes, 24 de agosto de 2018 · 00:00

La generación de riqueza regional es como una mesa. Si la mesa es de una sola pata (es decir de pedestal) y este está fracturado es muy posible que cuando exista una presión sobre la mesa todo se venga abajo. Lo mismo pasará en una mesa de 2 o de 3 patas. Cuando una de estas se rompa el resultado será que lo que está arriba quedara literalmente en el piso.

Pero qué pasa si la mesa tiene 6 o tal vez 8 patas o 10… evidentemente aguantará.

Esto pasa de igual manera en zonas económicas delimitadas como regiones, estados e incluso países. Durante mucho tiempo nuestro país estuvo a expensas de las variaciones en el precio internacional del petróleo y la estabilidad económica pendiente del stock de producción de los yacimientos nacionales.

Pero afortunadamente la economía mexicana ha tenido más patas para nuestra mesa, llegó industria maquiladora, construcción, innovación y desarrollo tecnológico, turismo y hasta turismo médico (pacientes extranjeros que buscan atención médica de calidad a menor costo).

Quién hubiera pensado que los últimos años la pata más robusta de la mesa (o dicho de manera dominguera uno de los principales pilares de la economía mexicana) es la producción de alimentos, pues de manera muy general el crecimiento anual promedio tomando como indicador el producto interno bruto (PIB) es del 12 %; esto es 5 veces más que el crecimiento promedio del país. Para ponerlo de otra manera: El sector de producción de alimentos hoy en día es más importante que el petróleo, que el turismo e inclusive que las remesas (los billetes que mandan nuestros connacionales de otros países).

Algunos factores de valoración del PIB, son la inversión, las exportaciones, generación de empleos, vaya “cosas bonitas” y sobre este rubro uno de los sectores a nivel nacional que tuvo el mayor crecimiento fue la pesca y la acuacultura, en donde se alcanzaron crecimientos de hasta el 15 % anual, principalmente debido a la adición de valor agregado a los productos pesqueros y la apertura comercial a nuevos países. Y me llama la atención porque el 50% de los casi dos millones de toneladas de pescados y mariscos que se producen en México, están a un precio por debajo de los 50 pesos el kilo, tal es caso de la tilapia, la sardina, jurel (en temporada), que para un país en donde según la UNAM uno de cada 4 mexicanos viven con menos de 90 pesos al día, pues yo entendería que debería de ser una solución que vale la pena impulsar.

Ahora bien, si esta pata de la mesa genera: Soberanía alimentaria (no dependemos de otros países para comer), empleos, genera riqueza en la captura y procesamiento (adición de valor al hacer presentaciones al vacío, enlatadas, listas para consumo y muchas más), creo que como país deberíamos de tomarla más en cuenta y sobre todo defenderla.

@SteephenMtz

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