La bendición de Donald Trump como presidente

Los lectores habituales de este espacio conocen mi desdén por el presidente. Pero, veo su presidencia como una llamada de atención para los estadounidenses decentes. Lo predije, y ahora, al darme cuenta de la desaparición del presidente antes de terminar su primer mandato.

Su propio abogado lo grabó admitiendo haber pagado a una mujer para que no lo implicara en su relación sexual. Ese pago de soborno es un delito federal de ley de financiamiento de campaña. Pagos que podrían afectar la votación.

Mi país ha estado en declive desde que Ronald Reagan fue presidente. Cuando Reagan fue gobernador de California -en la década de 1960-, Reagan despojó a pacientes del sistema de salud mental de California. Antes de Reagan, se consideraba el mejor sistema de salud mental del mundo. Los profesionales que trabajaron en esas instituciones comenzaron a tratar en secreto a estos pacientes. Literalmente los escondieron dentro de las paredes de los hospitales estatales sabiendo que no podrían sobrevivir sin ayuda. Vemos los resultados causados por Reagan. En todos los centros urbanos del país hay una suma de más de un medio millón de ciudadanos viviendo en las calles.

Reagan, como presidente, también fue responsable de causar un gran aumento en la adicción a la cocaína mediante su venta barata de alta potencia en los vecindarios afroamericanos. También patrocinó esfuerzos militares para derrocar al gobierno democráticamente elegido en Nicaragua, simplemente porque su gobierno estaba demasiado inclinado a la mano izquierda políticamente.

Luego tuvimos el escándalo de Presidente Nixon. Durante las últimas cinco décadas los Estados Unidos han sido comprados y vendidos por republicanos corporativos, mientras que los demócratas débiles también tomaron el anzuelo corporativo, y sucumbió ante los mejores postores: las compañías farmacéuticas, los bancos, los seguros, los gigantes de internet y los abogados litigantes. Ellos dominan el Congreso y después de retirarse del gobierno aceptan trabajos en las compañías. El materialismo es la religión nueva y omnipresente para mis compañeros estadounidenses. Lo que Trump ha hecho es dejar en claro que las ganancias corporativas son su prioridad número uno.

Él recortó los impuestos corporativos en un 22%, siguiendo el modelo de Reagan de “economía de goteo”. Reagan hizo enormes reducciones del impuesto sobre la renta en la década de 1970. El argumento era que la reducción de impuestos llegaría a los trabajadores. No funcionó entonces, y no está funcionando ahora.

Hay más desigualdad, favoreciendo a aquellos que son los más ricos del país. Y, castigar a la clase media, aprobando leyes contra los sindicatos laborales. Debilitando los sindicatos, reduciendo membresía, salarios y beneficios. Los pobres también fueron castigados con mayores costos de atención médica y el desfinanciamiento de los beneficios sociales. Los resultados son obvios al aumentar la desigualdad. Y las tasas de pobreza son más altas que antes de Reagan.

Trump hizo obsequios tributarios a los ricos, en lugar de aumentar el salario mínimo o proporcionar servicios sociales a los pobres. Las corporaciones están usando estos ahorros impositivos para recomprar acciones corporativas. Esto crea una demanda artificial de sus acciones y aumenta significativamente el valor de las acciones. Los ejecutivos de las corporaciones son pagados por valor de acciones. Por lo tanto, estas “recompras” de acciones recompensan a esos ejecutivos pero no a los trabajadores.

Espero que los problemas legales de Trump resulten en un cambio de gobierno. Paola Dunkin, una ex partidaria de Trump, fue miembro del jurado en el lío legal creado por Trump con sus pagos ilegales para calmar a sus amantes. Después de escuchar todos los testimonios en el caso, dice que ya no usa un gorro de campaña de Trump que dice “America First Again” (U.S.A. GRANDE DE NUEVO). Sustituyendo su gorra Trump por un sombrero que dice: “America Kind Again” (America Ser Amable de Nuevo). Amén a eso, espero que comprendamos cuán divididos estamos como nación y que redefinamos qué es ser un ciudadano de los Estados Unidos. Que trabajamos para unirnos y encontrar nuestra brújula moral, que es ser ganadores del bien común.

* Productor y presentador de Soul Street, Calle de Alma: Jazz, Blues, Soul y Latin Jazz 92.9, 8:30 p. M. Domingos.
Hablame, www.leeamate@gmail.com