DE NIÑOS Y OTROS ENREDOS

Mitos y realidades de la dentición primaria

Por Dr. Enrique Sicardi Aragón*
jueves, 9 de agosto de 2018 · 00:00

La salida de los primeros dientes, comúnmente conocidos como dientes de leche, inician por lo general después de los seis meses de vida, aunque hay algunos niños que nacen con uno o dos dientes y menos común es que emerjan antes de dicha edad. Es muy frecuente ver la angustia de los padres porque pasados los seis meses y el bebé no muestra ninguna evidencia de erupción dental y llegan a pensar que puede tener un problema de salud o de mala calcificación, suposición por demás errada ya que, aunque tienen un poco de componente cálcico, son muchos más los elementos que los forman. Por lo tanto, la erupción dental después de los seis meses no es señal de ninguna carencia.

Comúnmente se asocia el babeo, llanto, fiebre, vómito, diarrea, mala apetito u otros síntomas como señal de erupción dental. Las personas tendemos a echarle la culpa a lo primero que se nos ocurre, es un mecanismo de defensa para justificar los síntomas y quedar tranquilos.

La salida de los dientes es un proceso natural, continuo y que dura bastantes añitos, no es una enfermedad. La boca en los bebés, es el sitio donde se centran las principales sensaciones, es por lo que le llamamos la etapa oral, por lo tanto, el menor lleva a su boca sus manos y cualquier objeto que esté a su alcance o simplemente juguetea con su lengua y eso, ocasiona por sí mismo aumento de la salivación sin que tenga nada que ver con la erupción dental. No es nada raro ver adultos que le dan al menor para jugar el celular, las llaves y muchos otros objetos de muy dudosa higiene, todo lo que el menor lleve a su boca, es su forma de identificar el objeto y al mismo tiempo estimular su sentido oral, y si este está sucio, por supuesto que presentará vómito, diarrea y/o fiebre como respuesta orgánica a los contaminantes microbianos, pero para el responsable de dicho menor, será más fácil pensar que es por la salida de los dientes y no por el objeto que le dimos de entretenimiento, el culpable es otro, yo no.

Frecuentemente preguntan en consulta los padres sobre un medicamento para evitar dolor de encías durante la dentición, hay en el mercado varios productos a base de benzocaína u otros derivados que funcionan como anestésico local, uso por demás absurdo ya que el menor muy probablemente no tiene dolor, además de que el uso frecuente de dichos productos terminan por irritar la mucosa y además es tóxico, al grado que en algunos países han prohibido su venta; en México, se venden sin ninguna restricción. La relativa indicación sería cuando está emergiendo una muela, alrededor de los 11 a 18 meses, el menor muerde en esa zona algo duro y puede presentar sangrado entre la muela y la encía, lo que ocasionará dolor por el aumento de la presión, situación que no es común.

En lo personal recomiendo ofrecer al menor mordederas de caucho, las cuales se pueden higienizar con frecuencia. Un recurso ancestral es la cebolla de cambray, su jugo es calmante de molestias y nada tóxico, también recomiendo masajes y aseo de encías con agua bicarbonatada, ahora que si quieren verse muy elegantes, el recurso usado antiguamente en Ensenada en aquellos sus viejos buenos tiempos es el abulón seco, como mordedera es seguro y sabroso, ahí si encuentran, me guardan un trozo.

La salida de los dientes no es una enfermedad, es una condición que dura muchos años y tiene muchas variantes normales, muchas de ellas, basadas en la genética de los padres. Cuide la salud de su hijo, no justifique lo primero que se le ocurra y analice primero antes de culpar.

* Médico Pediatra. Represente APROLAM en Baja California
sicardi53@gmail.com

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