El ascensor y la escalera

“El problema es que la confianza baja por el ascensor, pero sube por la escalera. Restablecerla una vez perdida será un gran desafío para cualquier nuevo gobierno argentino”.

Ésta es la fantástica conclusión de una nota de JP Morgan sobre las elecciones argentinas, donde increíblemente ganó de nuevo el peronismo. Otro país más que apuesta a un modelo que ya fracasó.

Tiene razón el banco de inversión. En la política, los negocios y la vida, la confianza se puede perder en un tris... y el camino para recuperarla casi siempre es lento y tortuoso.

Tristemente, este dicho aplica perfectamente a la 4T. Ojalá que el Presidente, al que tanto le gustan los refranes, se lo aprendiera de memoria. Y de una vez que apunte 3 más:

1. Las acciones pesan más que las palabras.
Si tus dichos no concuerdan con tus hechos, los actores políticos, económicos (¡y hasta los criminales!) ignorarán lo que digas. Un líder transformador siempre camina por donde dice que va a caminar.

2. Las personas responden a incentivos.
Para bien y para mal. Si premias el comportamiento inadecuado llegarás a un lugar inadecuado. En la política y los negocios es indispensable alinear los incentivos a objetivos conducentes.

3. Si siembras viento, cosecharás tempestades.
Las mentiras populistas, las etiquetas, las soluciones simplistas y las dádivas electoreras pueden parecer efectivas en el corto plazo. No lo son. La borrachera es divertida... hasta que llega la cruda. El karma es canijo.

Cuatro dichos valiosos para el Presidente... y para cualquier jefazo.

Hace poco comí con un par de empresarios en Monterrey. Personas ejemplares que siempre han apostado por México. Y que han puesto sus carteras donde está su querer, con proyectos que generan empleos y desarrollo. Y lo que platican preocupa.

Sus inversiones están detenidas. Están actuando con cautela. La confianza ya bajó por el ascensor. Y sus casos no son aislados. La inversión productiva en el país está paralizada. Es obvio, pues ésta siempre responde a las señales del ambiente. Responde a las reglas del juego. Y las reglas del juego de la 4T espantan.

Aquí regreso al reporte de JP Morgan con otro párrafo matón que vale la pena reflexionar:

“Todo cambio genera incertidumbre y la incertidumbre volatilidad, y es precisamente ahí donde Argentina se encuentra hoy, en medio de la incertidumbre y la consecuente volatilidad. Son muchas las preguntas y son pocas las respuestas que hoy en día agobian a la Argentina”.

Tristemente, en México ya vamos un paso adelante. Para mí ya no hay incertidumbre. Para nada. Ya tenemos mucha claridad.

Vamos directito al precipicio.
Estamos frente a un Gobierno con muy malas ideas y con un liderazgo incompetente que es incapaz de reconocer errores y recapacitar.

El ejemplo de Culiacán es patético. Claramente, el operativo fue un fracaso. Faltaron planes de contingencia y el desenlace fue totalmente lógico.

Era la oportunidad perfecta para recapacitar. Para aplicar esa máxima probada en los negocios y la vida: fracasar es prerrequisito del éxito. Ah, ¡pero siempre y cuando se aprenda del tropiezo!

¿Y qué pasó con Culiacán? Los expertos sí hicieron una introspección. Pero Durazo y AMLO no: ellos defienden y atacan.

Quizá el Gobierno optó por el menor de los males dadas las circunstancias. Pero ésa no es la pregunta, sino: ¿por qué llegaron ahí? Si el Presidente no realiza una introspección, si racionaliza el fracaso... éste se va a repetir una y otra vez.

Hace poco escuché a Everardo Elizondo pronosticar que ahí viene la crisis económica. Comentó que cuando se presente habrá dos posibles respuestas: recapacitar y ajustar... o radicalizarse.

Totalmente de acuerdo.
Ante una crisis, el líder transformador ajusta mientras que el incompetente redobla el paso sin cambiar de rumbo.

Tristemente, auguro que cuando se derrumbe el castillo de naipes que están construyendo, la 4T culpará a sus adversarios y doblará sus apuestas perdedoras.

Terminará por aumentar la velocidad del elevador que borra la confianza necesaria para que México crezca y se desarrolle.

Al tiempo…
Posdata. Aquí lo advertí hace tiempo: la 4T iría por el INE. Sigue el debilitamiento de instituciones

¿Para qué usarán tanto poder?

En pocas palabras…

“Cada quehacer trae su reloj”.

Enrique Canales, escritor regiomontano.

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