ATERRIZAJES

Pensar en los pobres, pensar en todos

Por Adán Echeverría
martes, 26 de noviembre de 2019 · 00:00

Hace muy bien Andrés en pensar en los pobres y quitar dinero a todas las organizaciones que se han quedado siempre con el dinero destinado al bienestar de la sociedad. Ahora, veamos si es verdad. ¿Y cómo mediríamos si funciona su decisión?

Los argumentos que Su Bajeza Serenísima Andrés Primero esgrime sobre la pobreza y la mala distribución de la riqueza en el país, no deja de ser confusa. A los pobres les dice que todo es culpa de los ricos. Que la maldad de los ricos en el país se traduce en inseguridad: asesinatos, homicidios, feminicidios, secuestros, maltrato infantil, trata de blancas, explotación infantil, cobros de piso, secuestros. Como si los ricos fueran los que cometieran dichos delitos.

Pero si los índices señalan que la delincuencia ocurre de pobres contra pobres, de pobres contra clase medieros. Son muy pocos los pobres que atentan contra los ricos. Y esto es de una simpleza bárbara, porque los ricos tienen alarmas, armas, guardias, incluso muchos de ellos hacen negocios con los líderes del crimen organizado, quienes también son ricos.

Es necesario pensar en cada delito por sí mismo, y hacer el cruce de los datos para determinar estadísticamente qué nivel social tiene el mayor número de personas que ahora mismo se encuentran privados de su libertad dentro del sistema penitenciario mexicano. ¿Quiénes son los presos? ¿A qué estrato social pertenecen?

Habría que preguntarse igual: ¿cuántos regidores, diputados locales, diputados federales, senadores, secretarios municipales, secretarios de gobierno, presidentes municipales, gobernadores, secretarios federales, presidentes, han sido acusados y sentenciados? ¿Qué tal, cómo van sus matemáticas?

Se sabe, y se ha documentado que “sólo 4 de cada 100 trabajadores en México ganan más de 15,429 pesos al mes”. Entonces será necesario contestarnos: 1. ¿Cuál es el nivel económico promedio de las personas que se encuentran privadas de la libertad, dentro del sistema penitenciario de México? y 2. ¿Cuál es el nivel escolar promedio de las personas que se encuentran privadas de la libertad, dentro del sistema penitenciario de México? Para 2015 se sabía que “en México, los habitantes de 15 años y más, tienen 9.2 grados de escolaridad” esto equivale a la secundaria concluida.

¿Quiénes son los pobres que le preocupan a Andrés? ¿De qué sirve aumentar el presupuesto para el Bienestar Social, si la educación de la sociedad mexicana sigue siendo mínima? ¿Qué tipo de trabajo puedes conseguir con solamente la secundaria concluida, qué también remunerado puede ser?

También se ha reportado que “en México, 49.7% de los alumnos dejaron inconclusa su vida académica”, y que la mayor deserción escolar ocurre en el 5to año de la educación primaria. Nos va quedando claro dónde se encuentra asociada la pobreza y la necesidad de delinquir.

No hay que ser un sabio para poder reconocer que los parásitos que han conformado el gobierno mexicano durante los últimos 50 años han hecho que la sociedad mexicana se encuentre en este nivel de profunda enfermedad. Esto queda muy claro con los profesores universitarios, con el mismo alumnado de la universidad dedicado en cuerpo y alma a hacer protestas y marchas, como rehenes de los partidos políticos, de los grupos del crimen organizado, de las organizaciones políticas y sociales que plantan dinero e ideologías erradas con tal de privilegiar el encono, la apatía, la deserción escolar, y en cuyas trampas cae con facilidad el 60% del alumnado de las universidades.

La pobreza que debe combatir Andrés debe ser la pobreza de educación. Esperemos que estas dos vertientes estén consideradas dentro de sus programas de bienestar social, a donde han confluido para otorgar mayor presupuesto. Necesitamos que la juventud mexicana abandone las marchas y regrese a los colegios, regrese a las aulas, regrese a los libros, que la juventud abandone los partidos políticos, que tanto daño le han causado a nuestro país.
 

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