REDESCUBRIENDOBC

Pintando la historia

Por Luz Adriana López Gallegos*
martes, 26 de noviembre de 2019 · 00:00

Hace tres meses di un paseo a pie por el Centro Histórico de Mexicali, ya había pasado por ahí en varias ocasiones a realizar algunas diligencias pero nunca, en los siete años que viví en la capital, lo había recorrido a fondo.

A pesar del habitual calor de agosto que ahuyenta a cualquiera de andar caminando a pleno sol, me decidí a recorrerlo para conocer algunos de los edificios históricos que se ubican en la zona, muchos de ellos abandonados o recuperados para ser utilizados como comercios.

Más de medio centenar de inmuebles con gran valor histórico se encuentran en este cuadro de la ciudad; la primer escuela, el primer parque público, la antigua oficina de correos que aún está abierta, así como edificios comerciales que fueron parte del auge económico de Mexicali.

Mientras realizaba mi recorrido por la historia de Mexicali, pude percatarme de una considerable cantidad de enormes murales que se extendían a mi paso, algunos decoraban edificios, bardas y otros tantos se asomaban entre los callejones.

De pronto mi interés se volcó hacia esas enormes expresiones de arte urbano, cada uno tenía una identidad, colores y texturas diferentes. Rostros, paisajes y maquinaria, signos y simbolismo, pero todos sin duda, trataban de describir algo.

De todos los murales ubicados en el Centro Histórico, destacan una serie de 23 piezas artísticas que forman parte del proyecto “Ciudad Mural” promovido por la organización “Colectivo Tomate” y que buscan rescatar espacios urbanos en diferentes ciudades de la República Mexicana.

Es importante destacar, que más de 230 artistas se postularon para participar en este proyecto, donde solamente 21 fueron seleccionados, 7 de ellos son artistas locales, 11 provenientes de diversas partes del país y 3 originarios de Italia, Francia y Nigeria quienes imprimieron sus obras en más de 4 mil metros cuadrados donde destacan el Antiguo Edificio Padilla y el Cinema Reforma que fueron intervenidos con colores y vívidas ilustraciones que pretenden devolverles un poco de su antiguo resplandor.

Sin duda, esta zona de Mexicali ha cambiado su dinámica, ya no sólo es un espacio viejo y abandonado que trata de sobrevivir al paso del tiempo, ahora “pinta” para ser una espacio de expresión cultural y de representación histórica de la vida cachanilla.

La historia se ha pintado de colores gracias a todas las muestras de arte urbano. De repente podemos ver un bello mural en un antiguo edificio junto a un lote baldío decorado con grafiti y en cierto punto nos permite reflexionar sobre el espacio que habitamos, sobre lo que pasó antes de que estuviéramos ahí y lo que pasará una vez que ya no estemos.

Por ello debemos ser más observadores; todas las ciudades están inundadas de murales, algunos realizados por artistas reconocidos y otros por talentosos grafiteros, pero todos cuentan una historia, ¡los invito a descubrirla!

Hasta el próximo viaje!

redes.cubriendobc@gmail.com

*La autora es periodista y gastrónoma
 

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