BUFADORA

Diciembre se ha convertido en un mes de terror para las entrantes administraciones municipales y estatal, porque deben pagar salarios y la primera parte del aguinaldo a burócratas, profesores y jubilados, cuyas prestaciones sindicales representan cientos de millones de pesos, que obliga a las autoridades en turno a solicitar créditos bancarios para solventar tales compromisos, porque lo que recaudan ayuntamientos y el gobierno estatal no alcanza, y menos con los niveles de evasión que se registran. Y el problema es que este escenario se repite todos los años por estas fechas, pero lejos de resolverse se complica cada vez más.

¿Por qué no funcionan las “estrategias” de reingeniería financiera que se prometen en las campañas políticas?

No es un secreto que históricamente los gobiernos locales son pésimos recaudadores, pero no sólo eso, sino que en cada cambio de poderes la nómina aumenta, al grado que hoy absorbe más del 80 por ciento del presupuesto. Y lo peor que se puede hacer es solicitar millonarios préstamos a los bancos para cubrir gasto corriente.

En el caso del XXXIII Ayuntamiento de Ensenada, su situación financiera es crítica, porque heredó una deuda que es tres veces mayor a su presupuesto de egresos anual, situación que de paso condena a las siguientes administraciones a operar al borde de la bancarrota.

Así que patear el bote de los adeudos cada tres años se convirtió en una bola de nieve que baja por una pronunciada pendiente, y que corre al paralelo de la avalancha que traslada también al abismo al sistema de pensiones.

Por tanto, no se trata de conseguir dinero de última hora y como sea, sino que urge tomar decisiones que correspondan al tamaño del problema, pero hacerlo significa asumir costos políticos, y eso es lo que precisamente nadie quiere realizar, puesto que implica actualizar los montos que se cobran por concepto del impuesto predial, incrementar las tarifas de agua, sancionar a todos los que circulan en vehículos irregulares y con ello reducir las carteras vencidas.

Al respecto, los mayores responsables fueron y son los diputados locales, quienes por cuidar su imagen y futuro político no han aprobado ningún aumento desde hace más de una década.

Sin embargo, hoy existen las condiciones políticas para comenzar a resolver tanto quebranto financiero de los gobiernos, y lo único que se necesita es voluntad.

Mujeres divinas
Los acontecimientos ocurridos en la Ciudad de México durante la marcha en la que miles de mujeres conmemoraron el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres”, es motivo de una reflexión más profunda de lo que se apreció a simple vista, sin dejar de lado el horror sufrido por muchas que no han tenido la oportunidad de contarlo.

Reconozcamos que vivimos en una sociedad donde la violencia de género es una realidad, con todo y las acciones que se han tomado para contrarrestarla, y a partir de ahí hagamos el contraste de los destrozos a la gran capital frente a los agravios sufridos por las mujeres, las cuales representa la mitad de la población, y que están dando un ejemplo de hartazgo con todo y los excesos.

Los edificios, los monumentos, las instalaciones públicas, se pueden reparar o despintar, pero ¿cómo reparamos el dolor, el abuso crónico y la impunidad? Esa es la cuestión que debe estar revisándose desde Palacio Nacional, antes de cualquier recuento de los daños.

El reacomodo
Ya comienzan a verse las sacudidas de las ramas en las dependencias estatales, luego que las notificaciones de remoción de cargos, despidos pues, están siendo presentadas a empleados de anteriores administraciones, muchos de ellos con lustros de antigüedad, y la verdad sea dicha, lo que debe tomarse como una medida normal, para la que deberían estar preparados y prevenidos, se torna como una tortura, incluso hay quienes desde la oposición señalan que es una venganza de quienes llegan, en contra de quienes están. Hasta ahí todo suena lógico.

Pero, ¿hasta cuándo se pondrá sobre la mesa de este tipo de decisiones, el espíritu del “servicio civil de carrera”? Porque otro asunto es que, mientras podrían estar cortando cabezas útiles, a los “basificados fast track” no hay nadie que los pueda tocar, pese a que suelen ser los que menos producen en tiempo y forma, con funciones de verdad importantes.

Ya veremos lo que pasa.