ANDANZAS ANTROPOLÓGICAS

A siete años de arqueología en El Vallecito

Por Arqlgo. Antonio Porcayo Michelini*
jueves, 28 de noviembre de 2019 · 00:02
Ubicada al noroeste del poblado de La Rumorosa, la zona arqueológica abierta al público de El Vallecito sigue atrayendo la atención de turistas nacionales y extranjeros, principalmente por el arte rupestre atribuido a los indígenas kumiai, quienes por razones todavía desconocidas escogieron este hermoso y particular paraje de más de 165 hectáreas, para usarlo principalmente con fines rituales, aunque buena parte de los vestigios arqueológicos que también ahí se encuentran son indudablemente de carácter doméstico.

La historia de la investigación arqueológica en la zona comenzó en la primera mitad del siglo XX, y desde entonces diversos investigadores, también nacionales y extranjeros, han documentado su importancia desde distintos enfoques. A partir del año 2013 surgió el Proyecto Arqueológico El Vallecito como una necesidad imperante para la protección de todos estos vestigios únicos frente a diversas amenazas de desarrollo moderno que ponen en peligro su conservación. Apoyado desde su origen con recursos financieros brindados directamente por la Coordinación Nacional de Arqueología del INAH, desde entonces se comenzó con una estrategia planteada para documentar y registrar oficialmente la variedad de vestigios arqueológicos encontrados en las 165 hectáreas de la zona, todo esto con la finalidad de protegerlos en conjunto con la certeza jurídica de su existencia y como un patrimonio único en Baja California.

Recapitulando los alcances del proyecto durante estos años en que se ha desarrollado, en la primera y segunda temporada se localizaron y registraron preliminarmente todos los tipos de evidencias arqueológicas presentes dentro de la poligonal de la zona por medio de recorridos intensivos y extensivos.

Durante la tercera y cuarta temporada de campo el trabajo se enfocó en el registro ya oficial de 23 abrigos rocosos que son los que presentan manifestaciones gráfico rupestres o arte rupestre, croquizándolos, ubicando las pinturas espacialmente en estos y haciendo el expediente oficial con toda la información arqueológica, histórica, fotográfica, etc., y dibujos a color y a escala de todas las pinturas y petrograbados existentes.

En la quinta y sexta temporada de campo se hizo el registro oficial definitivo y croquizado de 35 abrigos rocosos con ocupación doméstica, así como el análisis de los materiales arqueológicos asociados. A estos trabajos se les puede sumar el registro oficial de dos sitios satélites, muy importantes, fuera de la poligonal de la zona arqueológica: “Las Costillas” y “Puerto Metates”, ambos extensos campamentos prehistóricos ubicados a cielo abierto, el primero incluso con varios morteros y metates fijos en roca granítica, y el segundo caracterizado por ser una cantera y taller donde metates portátiles eran manufacturados y donde se encuentran todos los momentos del proceso de su elaboración.

En la séptima temporada de campo que se desarrolló en septiembre de 2019, se comenzó el registro de otro de los elementos arqueológicos más abundantes dentro de la zona arqueológica: los hornos agaveros. Con un conteo preliminar de 51 de éstos, en esta última temporada de campo se avanzó en el registro oficial de 22 hornos y continuaremos en las temporadas por venir.

Arte rupestre, campamentos a cielo abierto dentro, talleres líticos y cerámicos, abrigos rocosos con ocupación doméstica, áreas de actividad de molienda representadas por metates y morteros, hornos para la cocción del corazón de los agaves como fuente muy importante de aporte proteínico de los antiguos yumanos, kumiai de la zona, todo esto se encuentra en las 165 hectáreas y en las inmediaciones del Vallecito, un recurso arqueológico muy importante de Baja California y todo México que como Centro INAH debemos de garantizar totalmente en cuanto a su protección presente y futura.

*Investigador del CinahBC

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