ATERRIZAJES

Hacerse la víctima

Por Adán Echeverría
martes, 5 de noviembre de 2019 · 00:00

La posibilidad de un Golpe de Estado siempre estará vigente en un país. Lo único que se requiere es tener un ejército y un grupo de personas con armas que pretendan correr el riesgo. Es por ello que el drama que este fin de semana se montó Su Bajeza Serenísima Andrés Primero es de risa.

Ese papel de hacerse la víctima que Andrés siempre ha llevado consigo: me quieren boicotear, es un complot, es la Mafia del Poder, son los conservadores, son los neoliberales, Yo soy Bueno pero todos me odian. Ese papel que a los mexicanos les queda súper bien.

Ese México adorador de El Cristo que se la pasa de rodillas golpeándose el pecho por mi culpa por mi culpa por mi maldita culpa, de la cantina al burdel y del burdel corriendo al confesionario. En un México de fanáticos religiosos el poema del Victimismo es suficientemente poderoso.

Con ese papel de “me quieren dar Golpe de Estado” Andrés pretende ensombrecer el fallido caso de Culiacán, la muerte de tantos mexicanos en Tlahuelilpan, los más de 30 mil asesinatos violentos en sus once meses de servicio público. Su Mal Gobierno seguirá, y eso lo sabemos todos, pero llegar al grado de poner todo el poder del Estado para vigilar las cuentas de redes sociales de sus críticos es de una pena tal que asusta.

Jamás me había topado con un personaje tan cobarde que pretendiera dirigir un país. El caso que más recuerdo es el del Emperador Nerón, o el de Calígula. Personajes cobardes que se escondían detrás del poder para hacer de las suyas en el total sin sentido, no haciendo más que el ridículo ante el mundo, y haciendo que el pueblo pague por sus fallidos actos.

Andrés es un cobarde, un patético cobarde, y podría decir que como él no hay dos, pero la historia de la 4T nos ha demostrado que esto no es así. Ahí están Citlalli “La Rusa Falsa”, ahí está el cachorro Mario Delgado y otros personajes de esa índole que se la pasan abanicando los errores de André y poniéndose de alfombra para sus zapatos sucios. Festejando su indolencia.

Este país no sufrirá un Golpe de Estado porque la cabecita loca de Andrés lo imagine, ni sufrirá un golpe de Estado porque lloriquee que así pasará. Lo dicho por Andrés este fin de semana solamente tiene una intención, distraer la atención para que dejen de hablar de Culiacán, y el pueblo bueno se centre en tener miedo al fantasma del panismo que Andrés insiste en señalar como el Gran Enemigo de México.

Ay Andrecito, qué pena das.
 

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