LA TURICATA

El horóscopo

Por José Carrillo Cedillo
jueves, 7 de noviembre de 2019 · 00:00

Pinche diario, (perdón, pero me acorde de mi tía Eduviges que nació en Alvarado y así habla).

Querido diario, lo que pasa es que rechino de coraje; estábamos comiendo Edward (el rubio de ojos azules guardia de la Reina que monta muy bien) y yo, en un restaurante de Picadilly Circus,

Acordándonos de que la noche anterior me vine con él, pues no encontré taxi, con eso de que son negros, no sé por qué y no los veo de noche. Cuando de improviso interrumpieron nuestra plática dos señores de tés morena, que dijeron ser policías mexicanos y que me andaban buscando (queriéndome espantar), e inmediatamente Edward llamó a sus abogados los que llegaron en un santiamén y enfrentaron a los señores y aun así me condujeron ante un juez inglés que me fijó una fianza (150 mil libras) para seguir mi caso sin pisar la cárcel… gracias a mi querido Edward… y a una pequeña cantidad en libras esterlinas, claro.

La verdad yo ya había visto a unos jóvenes morenos (se notan tanto) que me seguían y me fotografiaban pero de verdad creí que eran reporteros de algún periódico, de los morbosos que nunca faltan… desde que llegué a Londres no faltan pequeños problemas, me cuesta trabajo pagar en libras pues el dinero mexicano casi no vale nada por acá, cuánto son 60 mil libras que renta la casa donde vivimos mis ocho familiares y yo? (un millón 650 mil pesos mexicanos mensuales), pero eso sí, me gusta que mi familia coma de lo mejor, asesorada por mi amigo, quien me aconsejó pedir asilo político porque soy una perseguida del gobierno mexicano que injustamente me achacan haber desviado $112,216,820.36 pesos (ciento doce millones, doscientos dieciséis mil ochocientos veinte pesos con treinta y seis centavos) que si vieran que aquí no valen nada? Lo bueno es que mi gordo tiene su guardadito en Suiza, si no otra vez la miseria, ¡no!

Y todo por no hacer caso a mi HORÓSCOPO que leí en la mañana en el Times of London: negros nubarrones para el día de hoy, tan claro como el agua londinense.

Ya más tranquila les platiqué a mis papás lo sucedido y desde luego se preocuparon, más mi papá. Y en la plática familiar salió a colación que la culpa la tiene el señor Meade por dejarse ganar, cuando todo estaba arreglado para su triunfo y saz! la sorpresota para todos; ahora sí ganó el tabasqueño. ¿Y el trato? preguntó mi papá. ¿No que iba a estar sólo unos meses en la cárcel mi yerno y después nos iba a alcanzar en Londres? Mi apá no acaba de entender que el señor del copete ya no es el mandamás y el trato se vino abajo… ¿y cómo a Elba Esther sí le cumplió? La dejó libre y hasta le regresó el dinero…

¿Por qué a nosotros sí nos jode? insistió. En el fondo tiene razón, el copetón ni a su dizque gran amiga Chayo ayudó, la dejó morir sola,…y ¿él pa´cuando? Preguntó mi amá… No sé mami, él anda presumiendo su nuevo contrato y hasta la nueva suegra… los chismes dicen que hizo un trato con el nuevo: dejarle la silla a cambio de no perseguirlo, eso dicen… y mi gordo está a punto de salir según me escribió, pues ha seguido la táctica de, para desentramar hay que enmarañar más, metiendo en el ajo a peces chicos pa’ taparle el ojo al macho. La verdad, los que nos acusan ya hasta perdieron la cuenta lo que a mí me achacan es menos de la mitad que tiene mi gordo guardado, para cuando salga…

Besos, Karimita…

jcarrillocedillo@hotmail.com
 

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