COLUMNA INVITADA

Conversaciones de septiembre

Por Parte I
sábado, 9 de noviembre de 2019 · 00:00

Hugo Amao González

Septiembre es un mes singular, de muchos hechos sorprendentes para la memoria histórica de todo el devenir entre los hombres, destacando a la América nuestra como la sajona. En este espacio geográfico continental, nuestra nación tiene acontecimientos , que van de los extremadamente crueles, inhumanos y dolorosos como los que merecen reconocimiento, respeto y festejo. Varios de ellos fueron inicio o nacimiento de actores y cambios esperanzadores, aunque algunos de ellos no han podido lograr

del todo su objetivo. Las acciones surgidas el 20 y 21 de septiembre del presente mes; la aprobación de Las Leyes Secundarias de la Reforma al Artículo 3º. Constitucional en Materia Educativa y que ya ocupan múltiples comentarios posicionamientos y estudios, tendrá consecuencias para la República.

ACOTACIÓN PERTINENTE: Por ser un tema central para toda la nación y la sociedad que la conforma, será motivo de las Conversaciones y Reflexiones de octubre y serán examinados lo ocurrido en el Movimiento Estudiantil de la década del 60, incluyendo 2 de octubre, junto con el caso reabierto de Ayotzinapa. Será así, porque las víctimas en ambos acontecimientos tienen relación y porque las políticas públicas que se proyectarán a partir de dichas Leyes, van dirigidas a ese sector de jóvenes, Los Estudiantes.

Retomando el hilo de los sucesos señalados como muy sobresalientes en septiembre de personajes como los nacimientos de: Gandhi, San Francisco de Asís, Quevedo, “Jesse” Owens, Francisco Javier Clavijero, Morelos, Nicolás Bravo, Iturbide, Ricardo Flores Magón, Elías Calles. Son de festejo y respeto: el 15 de septiembre, la Consumación de la Independencia, haberse entonado por primera vez el Himno Nacional y la inauguración del Palacio de Bellas Artes.

Los otros, los hechos de horror y muerte, se encuentran enmarcados en un complejo contexto histórico y con antecedentes de larga data que requieren todavía de estudio y análisis para lograr hacer un acercamiento mayor para comprenderlos mejor; será el caso ominoso que ya señalamos y que los trataremos por separado (2 de Octubre y Ayotzinapa). Pero son tantos los acontecimientos negativos, violentos y perversos y contaron con el silencio y la impunidad.

Precisamente, hace unas semanas, en esta misma página editorial, Adán Echeverría hacía un recuento (y se quedó corto), de la violencia que ha sido documentada y publicitada. La mayoría de estos casos crueles y abusivos, fueron encubiertos por el negro manto de los gobiernos, de todos los niveles y, los más alarmantes fueron ordenados o conocidos de antemano por el propio presidente de la República, pues como lo escribió Octavio Paz (6 de octubre de 1968); “ … nuestro presidente se ha convertido en el gran sacerdote de Huitzilopochtli …y “… los viejos dioses andan sueltos otra vez”.

Los hechos violentos en México, pasados y recientes, siguen siendo motivo de estudio y comentarios críticos, porque las cicatrices y heridas que han dejado algunos de ellos no se pueden cerrar. Esta violencia atraviesa los tiempos prehispánicos a los coloniales y no han dejado de hacerse presentes en los 200 años posteriores a la Colonia. Se conservan en los códices los que se cometían como actos sagrados y de ofrenda a los dioses indígenas, pero, la que desataron los conquistadores cuando llegaron y establecieron su “nueva “cultura y “religión”, primero en las Antillas y luego en todo Mesoamérica.

Pocas comparaciones se pueden hacer con la saña sin igual de sus actos crueles en lo que hoy es nuestro México. Una de estas, difíciles de comprender y explicarse es la Matanza de Cholula el 18

de julio de 1519 y, meses después, el 20 de mayo de 1520 en el Templo Mayor de Tenochtitlán.

Fueron los días cuando en la Plaza Mayor, ante el manipulado y cobarde de Moctezuma II, surge rebelde y ejemplar, como ningún otro, el Señor de Tlatelolco; Cuauhtémoc.

No puedo menos que invitar a que lean al Maestro Cué Cánovas, que rescata y expresa en su Historia Mexicana, lo siguiente: sólo transcribo unas líneas, la primera como acto solidario al historiador Pedro Salmerón: “… fue Cuauhtémoc valiente hombre… en todas sus adversidades tuvo ánimo y corazón real”.

(Gomara, Capellán de Cortés), otro, “en su heroísmo y en su trágico destino supera a los héroes y semidioses griegos…”. El joven guerrero azteca, es aprendido el 23 de septiembre de 1521 después de la última batalla y derrota en Tlatelolco, el mismo mes cuando Cortés es nombrado Justicia Mayor y Capitán General y cuya primera ordenanza es trazar una nueva ciudad con lo que comienza la destrucción de Tenochtitlán y la exterminación de comunidades y razas indígenas, no sólo por la violencia sino por la propagación de epidemias y enfermedades que trasmitieron los conquistadores.

Se desata con tanta violencia y crueldad el racismo que desde ese momento puede considerarse que comienza la etapa genocida en lo que hoy es nuestra nación. Continuará.
 

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