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Wysiwyg

Por Jorge A. Meléndez
martes, 10 de diciembre de 2019 · 00:00

Perdón por el trabalenguas. Este acrónimo significa en inglés: “what you see is what you get”. O sea, “lo que ves es lo que recibes”.

Un término de la industria computacional relacionado a los procesadores de texto. Los más viejitos recordaremos que hace algunos años era todo un show arreglar un escrito con itálicas o negritas.

Se escribía un texto simple y para agregar efectos tenías que insertar comandos raros dentro del escrito. La bronca es que no sabías sí lo habías logrado hasta que el documento se imprimía.

Te imaginarás la ineficiencia. Pérdida de tiempo y papel. Gastos en exceso. Hasta que llegó la solución: Wysiwyg.

Ahora los efectos se ven en la pantalla. Y no nada más con texto, con imágenes, videos, emoticones, GIFs... y lo que se le ocurra al autor.

Te propongo que sucede algo similar con el comportamiento humano. Acciones pasadas son el mejor predictor de acciones futuras.

De esta forma, es muy probable que un líder que ha demostrado en el pasado ser brillante, innovador, que aprende de los tropiezos y ajusta su comportamiento repita estos rasgos en el futuro.

Y, claro, viceversa. Sería lógico anticipar que aquél que consistentemente ha sido torpe en su historia seguirá siendo... torpe.

Seguro que ya adivinaste a donde voy. Sí, ni modo.
Todavía hay personas -inclusive gente que le rodea- que piensa que el Presidente recapacitará. Que se dará cuenta de que sus ideas económicas (y en otras áreas, por ejemplo educación) simplemente no van a dar los resultados que él sinceramente desea.

Que por ejemplo le va a caer el veinte de que:
*Sí se requiere crecer para lograr un desarrollo sostenible.

*La inversión privada requiere certidumbre y confianza.

*Una mejora real en la educación requiere evaluación y capacitación de los maestros. Ah, y lleva muuucho tiempo.

*Los abrazos no pararán los balazos de los criminales.

*El Estado es un muy mal productor de bienes y servicios.

*Las dádivas electorales no generan desarrollo sostenible.

*Redistribuir la riqueza sin generarla primero eventualmente conduce a un empobrecimiento generalizado.

Y, después de darse cuenta, ajustará su comportamiento para bien.

Como decía Víctor Trujillo en “La Caravana”, aquel programa de TV de los ochenta: “¡Lástima Margarito!”.

Gracias por participar, pero no: Andrés Manuel NO va a cambiar.

Sus acciones pasadas no dejan duda:
*A pesar de estudios serios y datos precisos, no recapacitó con Texcoco, con el Tren Maya o con Dos Bocas.

*El fracaso de Culiacán y la espantosa matanza de miembros de la familia LeBaron no cambiaron sus fantasías humanistas.

*La atonía no le ha movido un ápice su proyecto de mayor participación del Estado en la economía.

Al contrario, toda esa evidencia refuerza sus convicciones. Refuerza sus otros datos. Incrementa los complós que ve de sus “adversarios”.

Aderezo todo esto con un terrible ingrediente final: las mañaneras.

El Presidente tiene una tribuna pública tremenda. Es realmente un genio de la comunicación. Pero, ¿para qué usa sus conferencias? Para atacar, para denostar, para hipnotizar a su base. Para privilegiar sus datos alternativos y creencias fantasiosas.

El problema de todo esto es que las palabras de un líder poderoso lo terminan por arrinconar, sobre todo en la era del internet y las redes sociales. Rectificar burradas se vuelve imposible.

Si tu base ya las compró, ¿cómo echarse para atrás?

Por eso AMLO dobla sus apuestas perdedoras. Por eso rigidiza más sus posturas. Cierra las carretas para “defenderse de los apaches”.

Que no nos quepa la menor duda, con el Presidente: Wysiwyg.

Un líder que no ajusta cuando se equivoca está condenado al fracaso. En los negocios y la política. En donde sea.

Urge que alguien le mueva al “procesador” del Presidente para que pueda ver los efectos de sus acciones desde ahora. No esperar a la impresión de la página. Ahí ya será demasiado tarde.

En pocas palabras...

“Los hechos no desaparecerán porque no te gustan”.

Jawaharlal Nehru, político de la India.

benchmark@reforma.com

Twitter: @jorgemelendez
 

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