El Reino (des) Unido

Las divisiones a nivel nacional en varios países del mundo reflejan una nueva era de conflictos. En el escenario internacional, si antes la mayor de las preocupaciones era la existencia de conflictos entre Estados, ahora la norma parece ser la existencia del conflicto dentro del mismo Estado, lo que, de convertirse en tendencia, podría significar un desgaste de la legitimidad del Estado y su aparataje político-institucional, así como la fragmentación de la sociedad que lo conforma.

Esto, como lo hemos visto en México o Estados Unidos, ocurre actualmente con el Reino Unido que, tras casi 4 años de incertidumbre, nuevamente el Brexit se ha convertido en el punto de discordia entre la sociedad inglesa. El jueves pasado, 12 de octubre, se convocó en el Reino Unido a elecciones generales, lo que además genera un precedente único en la historia política de este país, pues estas elecciones se realizan por cuarta vez en un período menor a 5 años, lo que hasta cierto punto demuestra la fragilidad y turbulencia que ya empieza a caracterizar a la política de Reino Unido.

Con un arrasador resultado que le dio nuevamente la victoria a Boris Johnson, el Brexit ya es una realidad y en palabras del propio Primer Ministro, se hará lo necesario para que la diligencia se concrete a más tardar el 31 de enero, lo que después daría paso a un período de transición en donde Johnson tendrá que concretar un pacto comercial con la Unión Europea. Situación que ha hecho florecer el escepticismo, pues la planeación y concreción de un acuerdo comercial integral que beneficie a ambas partes y que pueda realizarse en un plazo menor a un año, presenta un escenario difícil de creer.

Lo sorprendente es que a pesar de todo lo que se ha dicho en los últimos años, las elecciones generales revelan que la sociedad, fragmentada como está, sigue apoyando la salida del Reino Unido de la Unión Europea. El problema es que en estos dimes y diretes, que además se ha concentrado la mayor parte del tiempo en las altas cúpulas, las tensiones que se experimentan a nivel social ya presentan la división de esta. A partir de los resultados de las elecciones generales, algo que ha ganado momentum es el espíritu independentista tanto en Escocia como en Irlanda del Norte, lo que puede traducirse asimismo como una erosión de la configuración política-territorial que ha caracterizado al Reino Unido durante tanto tiempo.

El Brexit sin duda ha visibilizado la decadencia de un sistema que, en presencia de los conflictos y tensiones que se han presentado en los últimos años, empieza a dar muestras más palpables de la existencia de proyectos de nación que ya no comulgan con el sentido de unidad de antaño y que moldeó a Reino Unido como lo conocíamos hasta hace tan solo algunos años. Por ello, con una nueva reafirmación de que el Brexit se queda y va, habríamos de preguntarnos cómo este afectará esta idea de “nación” que se muestra cada vez más resquebrajada y cómo esto mismo conformará una reconfiguración importante dentro del escenario internacional.

*Estudiante de Relaciones Internacionales del TEC de MTY campus Guadalajara

susanasilvag96@hotmail.com