PENSIONES Y…

Cuando el Presidente López Obrador tomó la decisión de dar, desde luego del presupuesto que se nutre del impuesto de los contribuyentes, los 2,500 pesos a los adultos mayores me pareció un gesto muy bueno y que aplaudí porque, cómo a muchos les consta, la pensión que reciben las grandes mayorías son ridículas: 1,000 ó 2,000 pesos mensuales que no les alcanzan para vivir decorosamente y los mantiene en la pobreza. Si estoy equivocado por favor corríjanme.

Justo es reconocer que ningún gobierno anterior se había preocupado por las necesidades de los que menos tienen de esta manera.

Ya me imagino la reacción de aquellos adultos mayores sumidos en la pobreza la alegría que ello les provocó.

Como a toda persona ello me llevó a la reflexión y pensé: Bueno, para hacer una justa distribución primero hay que crear la riqueza porque de otra manera los recursos se agotan y deja de cumplirse con lo prometido. Por otra parte me dije: Sí se me hace justo darle a quienes lo necesitan, pero, ¿esos ciudadanos que son ricos y que les sobra el dinero por qué darles también? Deberían haber hecho un estudio socio-económico para darles a quienes sí lo necesitaban y no a quienes les sobra y ello permitiría darles a más.

En el caso de jóvenes a quienes se les iba a estimular con 3,600 pesos mensuales por un año, parece ser que no dio los resultados esperados.

Por otra parte me pregunto ¿Esas personas ricas o muy ricas que también reciben no podrían tener el gesto o caridad cristiana de trasladar lo que les dan a sus empleados domésticos o alguna gente pobre a quien conozcan?

Lo importante es repartir sin afectar renglones de programas de vital importancia en los renglones de educación, salud etcétera.

Siguiendo con la reflexión ello me llevo al asunto de las reservas que se tienen que ir formando porque la población de nuestro país está cada día envejeciendo más y si no se toman las precauciones debidas y nos quedamos sin reservas para las pensiones entraremos a un problema mayúsculo que la población no podría permitir por las implicaciones a que nos arrastraría.

López Portillo dijo, palabras más palabras menos: ahora sí administremos la “Abundancia”. ¡Cuidémonos! Para no administrar nosotros la “Carencia”, para lo primero se requiere menos talento que para lo segundo y… así nos fue.

Para buscar y encontrar alternativas que permitan que México logre insertarse en la modernidad se tiene que tener un proyecto de nación que motive a todos y estar abiertos a las propuestas, contrapropuestas, críticas constructivas, para juntos construir.

Para eso se requiere empezar por el respeto hacia el otro, tener la madurez de saber escuchar, tener la humildad de saber dar marcha atrás cuando la razón no esté de nuestra parte y dialogar-no insultar, ver todos los enfoques y analizar objetivamente. Pero trabajar todos dentro del marco del Estado de Derecho que norma las relaciones entre ciudadanos e instituciones.

Hoy por hoy la economía está estancada, no hay crecimiento y la población crece y por lo tanto aumentan los pobres.

La Unión Europea, Estados Unidos y los países del sur de una u otra manera están incidiendo cada día más en nuestro país. Se requiere de una política interna inteligente y profundizar más en lo geopolítico para buscar caminos de oportunidad y de comprensión.

Hay que interiorizarnos y ver también la esencia del pueblo mexicano: Un pueblo creyente con una base religiosa que es parte integrante del ser del Mexicano y tengo la impresión que se desdeña indebidamente.