Amador...del deporte

Estos eran dos amigos

Por MAO
sábado, 21 de diciembre de 2019 · 00:51

La leyenda urbana nos hizo creer por mucho tiempo que uno de ellos era oriundo del lugar que lo vio nacer como pelotero, mas mi compa vio la luz en la Cachichi, aquí mismo en Ensenada.

Santa Rosalía lo exporta a mediados de los ochentas y quienes lo vimos en sus inicios en La Liga Municipal, supimos que su carrera iba a ser apoteósica. Con una elegancia para jugar las paradas cortas, un bateo oportuno y una velocidad explosiva, fueron las habilidades que rápidamente lo catapultarían a ser uno de los jugadores a seguir y que no podían faltar en el roster del seleccionado municipal.

A la par de este joven beisbolista, aparece un cedreño con cualidades natas para batear y lanzar. A través de la historia Ensenada se ha visto beneficiada con la llegada de grandes peloteros venidos del sur de la península que han hecho sus carreras deportivas por estos lares y estos exponentes no iban a desentonar para nada.

Recuerdo que estando en La Paz, B.C.S. escuché el nombre del de la isla cuando portando el uniforme de México lanzaba en aquel torneo mundial de beisbol en Edmonton, Canadá en el ya lejano 1990; ese látigo zurdo pronto sería un estelar también de la maquina roja en torneos estatales.

La velocidad en sus disparos solo se compara con los del entrañable Juan Carlos Rivera y los del gran Daniel Garibay, hablando de lanzadores siniestros. La manera de jugar pelota de estos dos hombres los llevo rápidamente a la obtención de títulos con sus equipos, primeramente, de ahí torneos Estatales para seguir con Nacionales.

Mientras “El Zurdo de Oro” se paseaba por torneos internacionales, el fino paracorto se fue, como dice la canción, “para el Agua Prieta, pa´ ver si lo conocían”, jugando Liga Norte. No cabe duda amigos que estos cuates desde que llegaron aquí para jugar pelota “traían maquinaria y muy buenas baterías”.

Han dejado alma, corazón y vida en el diamante, por eso el beisbol ha sido tan generoso con ellos, porque no se han guardado nada, actuando a veces en complicidad, para realizar espectaculares jugadas en el campo, ha sido necesario sellar esa amistad con un compadrazgo que los une aún más.

A pesar de que el tiempo sigue su inexorable camino, siguen jugando con espíritu de jóvenes; hace poco el Fray Nano se rindió ante ellos para coronarlos campeones nacionales en la categoría de Veteranos. Y de softbol ya mejor ni hablamos, porque existe una cosecha inmensa de títulos entre estos dos alegres compadres.

Pero al margen de todos los trofeos y reconocimientos que han obtenido en sus brillantes trayectorias, hay uno que, sin lugar a dudas, tienen en la parte superior de sus vitrinas y que hace que la gente los admire aún más, y es esa extraordinaria sencillez y calidad humana que los ha caracterizado siempre, derivado de valores que desde su juventud han sabido aquilatar por las enseñanzas de quienes los educaron.

Siempre es un orgullo y privilegio el haber compartido diamante con este par de atletas, pero las jugadas, los campeonatos y logros individuales muchas veces escapan de la memoria, pero la humildad y el don de gentes de estas leyendas vivientes, perduraran para siempre en las mentes y en los corazones de quienes los vimos portar un uniforme de beisbol.

...

Comentarios