La falsedad en las campañas electorales

Esto que sucede cada vez que hay elecciones para puestos públicos, federales, Estatales y Municipales es lo mismo y viene sucediendo desde hace más de un siglo, pues el prometer no empobrece el dar es lo que aniquila, según reza el refrán.

Durante las campañas para conseguir el voto de los ciudadanos, el candidato es capaz de prometer todo lo imaginable hasta las perlas de la virgen. Aunque la verdad sea dicha yo no sé a qué perlas y a qué virgen se refieren con esa frasecita, pero, ahí se va. Y a ver quién la pesca.

Pero de lo que estoy seguro es que todos los ciudadanos a los que se les piden el apoyo con su voto exigen algo que ellos desean o necesitan para vivir un poco mejor. A lo que los candidatos están prestos a ofrecérselos y no nada más eso, sino hasta los que no les piden independientemente de la canasta básica, las tortas y los jugos y refrescos, aparte del transporte para movilizarlos a los centros de reunión, para tener un público que lo escuche y a quien poder hacerles la promesas que los habitantes de las diferentes colonias y el centro de la ciudad, están pidiendo con desesperación, porque pasa una elección y ya se olvidan de lo que prometieron, y eso si bien les va.

Porque después de que asumen su responsabilidad con puestos de cierta responsabilidad y con ciertas obligaciones además de la promesas hechas en campaña, y que les exigen cumplir. Pues se olvidan de todas las promesas y empiezan a dar toda clase de explicaciones: De que por lo pronto no es posible cumplir con las promesas porque los gobernantes anteriores dejaron en la ruina la tesorería y que no hay recursos ni para pagar al que recoge la basura. Bueno no hay dinero para pagar al empleado de base porque para las autoridades de primer, segundo y tercer nivel ese no puede faltar y hay que conseguir los recursos para cumplir con este compromiso, de la forma que sea, que para eso están los bancos.

Y lo peor viene cuando dan las explicaciones de que hay necesidad de subir los impuestos. Pero nada más tantito la población ni los va a sentir pues va a ser muy poquito el piquetito. Y “zaz” ahí les va el piquetito del 30% que casi no es nada, pero también nos falta el agua, que ya tiene casi cien años que no se toca para nada ese impuesto. Así es que para que no haya chillidos, ni gritos, nada más les aumentaremos un módico 5% así no les duele tanto.

Hasta ahí, vamos bien, Nada más quiero recordarle a los señores funcionarios, de que cuando andan en campaña, los señores candidatos tienen la obligación de estar enterados de todas la necesidades de la población y tomar en cuenta todas las peticiones que les hacen los ciudadanos para sí poder resolver y cumplir con todo lo que prometen.

Nada de que yo no sabía, todo candidato, debe tener su plan elaborado por si llega al puesto que pretende y no después a ver cómo resuelve. Todo lo que prometió.

Todos los candidatos de todos los partidos prometieron que no subirían los impuestos y ahora resulta que tienen necesidad de hacerlo para poder mejorar la ciudad, porque esta o se encuentra en pésimas condiciones, pero porque cuando andaban de candidatos no se dieron cuenta las deplorables condiciones en que se encontraban, si así fue. ¿Entonces porque prometen lo que no pueden cumplir?

Pero no, primero hay que agarrar el hueso y ya después a ver cómo me las arreglo y les damos el consabido atole con el dedo para que estén contentos y no levanten polvo. Al fin es un pueblo noble, calmado, que le gusta la paz y no se defiende para nada, lo que le den lo acepta con resignación y dice ahí para el siguiente gobierno nos va a ir mejor, y a esperar que venga dentro de unos años otro gobierno que medio haga algo de lo que prometió. Y con esto me despido y hasta la próxima. D.M.