ECONOMÍA Y POLÍTICA

Reflexiones del 2019

Por Rolando Daniels Pinto
lunes, 23 de diciembre de 2019 · 00:00

Seguirse quejando de lo sucedido no ayuda a transformar el futuro

Arcángel Rojo

Se está a menos de 10 días de la conclusión de 2019, un año sumamente complejo en muchos sentidos, por ser el primero de 6 del gobierno federal de la 4T, la cual trajo cambios en muchos ámbitos de la vida nacional; también en Baja California, se viven los primeros meses de la 4T a nivel estatal y municipal.

Por definición, los cambios tienen una dosis de traumatismo, sobre todo si estos son lo suficientemente disruptivos como para alterar la cotidianeidad y las zonas de confort creadas con el tiempo, provocando en no pocas ocasiones la pérdida de empleos e ingresos seguros, o en el mejor de los casos la reducción de ingresos y/o prestaciones sobre la base de las cuales se habían adquirido compromisos económicos.

Los argumentos para justificar los cambios podrán tener sustento por parte de quienes los promueven, pero quienes se sienten afectados por ellos, de seguro tienen otros datos; por eso, es obligación moral de los promotores de tales ajustes, el suavizarlos desde una perspectiva responsable, humana y solidaria.

En fechas recientes, en el ámbito local se conocieron sucesos lamentables con impacto en algunas personas sin responsabilidad – mucho menos culpabilidad – sobre presuntos actos de corrupción de sus superiores jerárquicos (ya defenestrados o aparentemente en la picota), pero quienes pagaron con su cargo los errores de otros. Quien esto escribe, hace tiempo vivió en carne propia una situación similar.

De la misma forma – y con tristeza se comenta – la contrarreforma en la UABC, la cual tomará vigencia en 2020, deja heridos por doquier, tanto en personal de base como administrativo, honestos y trabajadores, denigrando su experiencia y carrera profesional incluyendo posgrados; difícil concebir tales hechos en una universidad pública la cual debería ser todo un ejemplo de respeto y solidaridad.

Efectivamente pues, se ha vivido un año complejo y para muchos la adaptación a los cambios y/o a su nueva circunstancia les tomará tiempo; pero el juego se llama “Sin Llorar” y se habrá de sacar el pecho ante los actuales retos, poner la cabeza en alto, asumir una actitud proactiva, creativa e innovadora; es cierto, resulta muy fácil decirlo, pero hacerlo es una obligación consigo mismo y por los seres queridos.

No olvidar el cómo asumir estos cambios, aun los más disruptivos; si bien la propuesta oficial es acabar con la corrupción e impunidad bajo el principio de “No mentir, no robar y no traicionar”, habría de hacerse la pregunta de: ¿Qué tan dispuesta está la gente a cambiar, en mejorar su actitud y rechazar la corrupción e impunidad con sus acciones personales? Porque el pensarlo y decirlo resulta insuficiente.

Siendo positivos – como diría un querido y alegre compadre – si los cambios resultan inevitables, la mejor forma de asumirlos es adaptándose a ellos con las mejores actitudes, no solamente se trata de sobrevivirlos, sino de impactar en ellos, de imprimirles el rumbo anhelado y sacarles el mejor provecho.

Si a algunos el cambio le resulta insatisfactorio, están aun más obligados en incidir positivamente en las nuevas circunstancias, creando alternativas viables para convertirlas en algo más positivo. Concluye un 2019 complejo, es tarea de todos trabajar honestamente en pro de un 2020 aun más próspero. ¿O no?

rdanielspinto@hotmail.com

...

Comentarios