¡Aguas!

Es necesario subir tarifas de agua, declaró el director de Cespe, porque es necesario reducir el déficit financiero de la paraestatal, pero hubiera sido bueno que dijera el por qué de su existencia, para así quitarnos la sospecha de que tal déficit se debe a una inadecuada administración.

En fin, el incremento propuesto al muy honorable Congreso, es bajo, tan solo se trata del 0.5 por ciento mensual, que representa 16 centavos por cada cien pesos, según las cuentas del Director.

Pero el problema real no es ese aumento, sino el atraco por parte de la paraestatal, con la autorización expresa del ya no tan honorable Congreso, es lo que ha venido haciendo desde hace muchos, muchísimos años. Resulta que en el recibo o factura mensuales que le hace llegar al sufrido usuario, aparece el concepto “periodo de consumo”, y en otra parte se lee “consumo M3, tanto” (metro cúbico), lo que en buen romance significa que la Cespe está requiriendo el pago del agua consumida, pues no, la paraestatal no cobra siempre el agua que se consume.

Antes de continuar, permítaseme anotar el significado de consumir, “verbo transitorio: usar, disfrutar o servirse de cierta cosa, material o inmaterial, en especial algo que se gasta o por lo que se paga dinero”.

De acuerdo con la definición transcrita, el usuario solo está obligado a pagar el agua que consume, ergo, la que no consume, pues no, así lo dice la lógica elemental. Sin embargo, la Cespe, con la autorización leonina del Congreso, cobra, aun cuando no se consuma ni un litro, la cantidad de quinientos treinta y un pesos, si se trata de una oficina, por ejemplo, lo mismo hace, aunque sea una cuota un poco menor, cuando se trata de un domicilio que en el mes no se consumió una sola gota de agua.

Seamos sinceros y digamos si ese actuar del Congreso, quien es el que autoriza esos cobros, y de la Cespe, quien es la que los aplica, no es, cómo dijera, para no decir robo, bueno … ya sé, un abuso de autoridad, un abuso de poder, y eso no es moral ni cristiano, dijera ya saben quién.

Por eso los Diputados, si en verdad representan al pueblo bueno, y al no tan bueno también, deben autorizar ese aumento solicitado para el precio del agua, solamente, y en contra partida, si quitan esa barbaridad que consiste en cobrar el agua aunque no se consuma, nada de pago mínimo. De no hacerlo así, tengan la seguridad de que serán considerados por el pópulo, como unos Diputados huérfanos, sin derecho a solicitar el voto para repetir en el cargo, ni podrán quejarse de su mala suerte.

Recuerden, señores diputados y Cespe, cobrar el agua que no se consume, como lo están haciendo, además de lo antes dicho, puede catalogarlos como asaltantes en despoblado.

Sobre advertencia no hay engaño.