DESDE LA BANQUETA

De la natividad a Santa Claus

Por Sergio Garín Olache
sábado, 28 de diciembre de 2019 · 00:26

Espíritu de la navidad. Se podría decir que es una historia de la disposición del corazón en una mezcla de culturas de varios pueblos, diferentes geografías con diferentes climas y es fundamentalmente una mirada al mundo que produce una tregua en los momentos más duros, cuando los años han sido los más difíciles, con la esperanza de que siempre habrá una navidad con amor y paz adelante y eso es lo que hace la navidad una de las cosas más lindas.

Comienza la cosa con San Francisco de Asís que se sentía hermano del lobo, del sol, de la luna, de la naturaleza, de las maravillas de la creación. Venía Francisco con el corazón herido del horror y el asco que sintió en las cruzadas—Eso no es amor— pensó Francisco, tiene que haber algo más.

Estuvo en Belén y vio la celebración de la Natividad del pesebre. Al llegar a Italia renuncia a toda su vida anterior, cambia sus costumbres, corría el año de 1225 y él va a crear una reproducción de la escena del pesebre para evocar la parte más bonita del mensaje del amor que es la llegada del niño Dios.

Entonces la tradición y popularidad del pesebre con el niño Dios comienza en Italia y luego con los años va viajando, llega a España y a través del imperio español va a llegar al nuevo mundo. El pesebre (establo) tiene una serie de simbologías, tiene a una virgen dando luz a un niño.

Primero llegan la virgen María y su esposo José al portal de Belén, buscan alojamiento en la ciudad que no encuentran por ningún lado porque era la fecha del censo de población ordenado por el imperio Romano y toda posada estaba ocupada; les ofrecen el pesebre; de ahí nos viene la tradición de pedir posada en los festejos navideños antes del día 24.

La de los animales del pesebre; el buey que significa el trabajo, el burro que significa la humildad, el cordero que es la figura sagrada. El ángel que es el que anuncia la llegada del niño Dios, la estrella que da luz al pesebre que es la misma que alumbró a los tres reyes magos (astrólogos) mismos que significan todas las razas conocidas de la época como la blanca, la amarilla, la negra, falta rato para descubrir la raza indígena del nuevo mundo.

Los regalos de los tres reyes magos: Oro que significa que el niño es un rey, el incienso que significa que el niño es un Dios y la mirra para decirle al niño que sufrirá y morirá a temprana edad, que con su muerte va cargar con todos los pecados del mundo para que el hombre tenga viabilidad de salvación.

De aquí nos viene la tradición de los regalos de navidad del mundo católico; habrá otra tradición de los regalos que vendrá del mundo protestante y de la novela cuentos de navidad de Charles Dickens que sin duda cambió el espíritu de la navidad en Inglaterra que venía sin alegría de los niños desde los tiempos muy duros del puritano Oliver Cromwell.

Los niños pastores fueron los primeros en darse cuenta de la llegada del amor, el primer animal que va a “entender” lo que está sucediendo aquí es el gallo, es el primero que canta la llegada del niño Dios, por eso es la tradición de la misa de gallo; de aquí también vendrán los cantos corales que se dan en las iglesias en cada conmemoración de la fecha de la Natividad.

Llegará el momento que los cantos corales salgan de las iglesias y los niños se apoderan de esos cantos y van a convertir los villancicos de navidad en variadas y originales composiciones. Tenemos también la tradición de las velas desde que se proclamó por la iglesia católica el dogma de la virgen María.

Va a darse una ruptura profunda en la manera de celebrar la Natividad entre el mundo católico y Alemania y el mundo que va a surgir de la reforma de Lutero, países que van a aportar nuevos elementos a la navidad como es la tradición del árbol de navidad (abeto, acebos) que comienza con el enfrentamiento de la mitología nórdica del Dios Thor y San Bonifacio. Conforme pasaba el tiempo llegó el mundo protestante y las manzanas y las velas colgadas al árbol de inicio de la tradición se transformaron en esferas, luces y otros adornos con la nueva estrella de cinco puntas en la cima del árbol de navidad.

La simbología protestante viene de países con inviernos muy duros que no reconocen el dogma de la virgen María, por lo que no tienen el pesebre alusivo a la Natividad.

Según varios historiadores, Santa Claus es la distorsión -primero literaria y luego comercial (Coca-Cola entre otros)- de San Nicolás, el generoso Obispo de Myra, patrono de los niños, a todo niño que se encontraba Nicolás le daba un regalo, pero, eso lo comentaremos en un siguiente texto. ¿Cuándo? No lo sé. Por hoy, hasta aquí.

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