DESDE LA PLAZA SANTO TOMÁS

Lo que sucedió mañana – año 2026 – mes de diciembre - 53

Por Ricardo Harte*
lunes, 30 de diciembre de 2019 · 00:00

La Plaza Santo Tomás, a lo largo de los años, ha influido y participado de manera evidente en el desarrollo de la comunidad ensenadense.

Como núcleo social y físico, ya es un referente obligado para los ciudadanos y para los visitantes.

La región, en su historia y sus características, se entiende mejor a partir de vivir la Plaza.

El ser social ha formado estos espacios y estos espacios han formado al ser social.

La Plaza ha sido, también, un lugar del silencio.

Porque hemos perdido buena parte del silencio.
Si vamos al campo, en lugar de escuchar el sonido de la naturaleza, prendemos el radio.

Vemos el celular.
Hemos perdido también la oscuridad. Las ciudades ya no están jamás a oscuras. “El hombre había extraído de la alternancia entre el día y la noche, entre la palabra y el silencio, los símbolos que le permitían definir realidades interiores; hoy estos símbolos han dejado de funcionar. Nuestra existencia se ha empobrecido por no saber ya traducir en formas interiores esas experiencias primordiales”. ( Tacet: un ensayo sobre el silencio, de Giovanni Pozzi (1923-2002) monje, catedrático de literatura italiana en Friburgo).

Hemos perdido también la escritura, entendida como la danza entre la mano y el cerebro, que ha sido sustituida por la inmediatez del teclado.

Afortunadamente no hemos perdido por completo el silencio.

El espacio de silencio que nos queda es la lectura. “El libro, estancia del silencio, es el depósito de la memoria, el antídoto para el caos del olvido, lugar donde la palabra yace, pero siempre en vela, dispuesta a acudir silenciosamente al encuentro de quien la solicite. Amigo discretísimo, el libro no es petulante; sólo responde cuando se le interroga y no urge a continuar cuando se le pide hacer un alto. Repleto de palabras, calla”. (J.A.Lugo)

Y la Plaza ha sido, después de las duras batallas en favor de las necesidades de la comunidad y en contra de los intereses de la conceptualización errónea de lo que es un “negocio”, el lugar del diálogo, del descanso, de la lectura, del silencio, de la diversión, del consumo.

Un lugar de todos.
La “patota” de D. Sebas y sus “camaradas” se había disgregado temporalmente. El espacio de la Navidad familiar sustrajo al ciudadano de la Plaza de sus paseos y diálogos cotidianos, para concentrarlo en el disfrute de los seres queridos inmediatos.

Ya habían pasado esos días de pausa, en que buena parte de la humanidad se arropa en el abrazo, en el brindis, en el compartir regalos y algarabías en el seno de cada familia.

Faltaban pocos días para que se terminara este 2026 y se inaugurara en nuevo año.

-¿Y cómo ven si nos reunimos a esperar el nuevo año? - propuso Agustín

-Pues…yo no podría- comentó la Sra. Elsa- Tengo a mis hijos en casa y allí brindaremos.

-Bueno, existe la posibilidad de que nos reunamos aquellos que ya no tenemos a toda la familia reunida. La mía, por ejemplo, ya se regresaron, cada quien, a sus lugares de vida.

-Entonces- sumó D. Sebas- lo que podemos hacer es que aquellos, con toda libertad y sin compromisos previos, nos reunamos aquí en la Plaza, a las 23:50 del 31. Cada quien trae su bebida y su copa y brindamos, cantamos y nos abrazamos como si fuera el último instante de nuestras vidas.

-Me parece sensacional- exclamó Mercedes- Yo vendré con un grupo de amigos.

-Y propongo que cada uno traiga un poema, o fragmento de una poesía, y que lo lea como saludo al nuevo año. De una poesía que le guste, que lo emocione.

¿Cómo ven?
-Súper bien!! - opinó Mercedes-cada uno de mis amigos también traerán el fragmento de poesía que propones, mi querido Sebas. Imagínense la enjundia que habrá en cada lectura después de brindar varias veces!!!

Las carcajadas de los amigos sonaron en la Plaza, como marco sonoro propio de la misma y como despedida de un año viejo y como bienvenida a otro año que irá envejeciendo durante 365 días.

Reír…hermosa manera de empezar un año.
*Arquitecto uruguayo radicado en la Ciudad de México

ricardoharte@yahoo.com.mx
 

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