REDESCUBRIENDOBC

Mis gracias al 2019

Por Luz Adriana López Gallegos*
martes, 31 de diciembre de 2019 · 00:00

Cada fin de año, desde hace más de 12, tengo la costumbre de escribir una lista de cien agradecimientos a los acontecimientos del año que está por terminar y este 2019 no será la excepción.

Por supuesto que no abusaré de este espacio publicando esa larga lista, pero quiero compartir con ustedes algunas de las cosas que sucedieron durante estos 365 días.

El primer segundo del primer día del año lo inicio corriendo como gacela con maleta en mano, -por si las dudas-, para asegurarme muchos viajes en el nuevo año y siempre me ha funcionado.

El primer viaje fue al vecino país y después a un espectacular concierto con una de mis hermanas; luego comenzó una increíble aventura de trabajo que me llevó a recorrer una gran parte de Ensenada, desde Valle de Guadalupe hasta San Quintín, comiendo delicioso en cada parada y conviviendo con gente increíble en el trayecto.

Para junio ya había recorrido gran parte del Estado y nos tomamos unas vacaciones de Baja California para hacer la visita anual a la Ciudad de México, donde mis hermanas se encargaron de sacar el máximo provecho a mi breve visita haciéndonos caminar como si no hubiese mañana.

Regresando de ese increíble viaje fue que empecé a darle forma al proyecto de RedesCubriendoBC, porque me di cuenta de cuántas cosas me faltan por conocer en mi propio Estado, desde los lugares sofisticados y de moda, hasta aquellos sitios históricos o con gran valor cultural.

Uno de mis agradecimientos más especiales es para los organizadores del Festival Nativa por que fue el evento que me dio el empuje -y la bendición- para comenzar a difundir la cultura de Baja California.

Después de ahí, hubo una cantidad incontable de viajes, siempre acompañada de mi compañero de aventuras y camarógrafo a quien agradezco toda su paciencia y resistencia al manejar mientras yo fracasaba como copiloto durmiendo casi todo el camino.

Agradezco al universo jamás haber sufrido ningún percance en carretera, gracias a que mi conductor resignado siempre se ocupó de los mantenimientos y el seguro del carro y de tener siempre gasolina.

Estoy súper feliz de haber conocido por fin las pinturas rupestres de Vallecitos, el Campo Alaska y la casa de piedra en el Poblado de la Rumorosa.

Tijuana no dejó de sorprenderme con su mujer gigante, con el mural más grande del mundo y su enigmático malecón fronterizo.

Mexicali, aunque ya más lejos, no dejó de ser una visita obligada con su museo del viejo oeste, su ciudad mural y sus edificios históricos.

Rosarito me demostró que es más que un eterno springbreak y está lleno de arte, personajes e historias además de sus increíbles atardeceres.

Tecate será mi propósito de año nuevo, ya hice mi lista de deseos para este pueblo mágico.

Y por allá en Ensenada -como dice la canción-, se quedó mi corazón… en sus playas, sus amaneceres entre volcanes, la espléndida gastronomía y sus cientos de aves migratorias.

Sin duda, este año que termina fue uno digno de recordar, los invito a hacer su lista de agradecimientos estoy segura que si se concentran pueden superar los 100.

Ustedes, queridos lectores, hacen que mi lista se desborde, mil gracias!

Hasta el próximo año!

*La autora es periodista y gastrónoma

redes.cubriendobc@gmail.com

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