Feminicidio

Hemos sido junto con millones de mexicanos testigos a través de los medios de comunicación, de las multitudinarias marchas de protesta de mexicanas que han salido a las calles a manifestarse por la violencia a que las han sometido “hombres”, si así se les puede llamar, durante tantos años y que han ido desde mal trato físico y psicológico e incluso hasta llegar al asesinato de manera horrenda, al grado tal que ello ha permeado hasta las poblaciones que viven un estado de inseguridad tanto de día como de noche.

Las cifras que manejo ya están rebasadas, pero sirvan como elementos que nos ayuden a la reflexión sobre estas cobardes actuaciones.

En México cada día son asesinadas más de 7 mujeres y la impunidad rebasa el 98%, lo que nos hace concluir que la autoridad no ha estado a la altura del preocupante problema que afecta a las familias mexicanas y por lo tanto la justicia ha estado ausente por negligencia o porque simplemente no les importa.

Aclaro que nunca estaré de acuerdo con aquellas mujeres que se dedican a destrozar monumentos etc., ello las hace iguales a los delincuentes. La gran mayorías que marcha con ellas están igual de hartas ante la impotencia de que no se les haga caso, pero insisto, no destruyamos.

Esa mentalidad de que la mujer vale menos que los hombres, que esta tan arraigada en nuestro tejido social como lo está en otros países es insostenible.

Yo como creyente católico, hago un llamado a todos los cristianos de mi país que reflexionen seriamente que a los ojos de Cristo todos los hombres y mujeres somos iguales: tenemos los mismos derechos y no debemos abusar de una mayor fortaleza física para agredir a la esposa, la hija, la novia, la amiga. Todo lo contrario el “Amaos los unos a los otros” nos debe llevar a ser sus protectores no sus agresores.

Por otra parte deseamos que las autoridades, que son las encargadas de encarnar la justicia, este conformada por personas objetivas, con principios morales que sustenten su quehacer, que apliquen las leyes en forma expedita y hasta sus últimas consecuencias.

El feminicidio es el asesinato de mujeres por el solo hecho de ser mujeres. Me pregunto: ¿Qué clase de “hombres” son capaces de caer en esa abominable acción? ¿Son enfermos mentales? ¿Han tenido una formación “machista” que lejos de educar y formar personas forma monstruos?

Ojalá y sean cada vez más las mujeres que salgan a las calles a manifestarse, la mitad de la población son mujeres, recuerden que las autoridades políticas son como el sismógrafo (cuando hace más ruido comienzan a preocuparse y a buscar soluciones).

A mediados de los años setenta Diana Russell uso el término por primera vez para que se distinga del de homicidios usado por siglos y resaltar así el incremento de crímenes en contra de la mujer y la ceguera de las autoridades quizá integrada en algunos o muchos casos por “machistas”.

No olvidemos Ciudad Juárez que ha sido escenario de estas violentas acciones en contra de la mujer.

Entre 2012 y 2013 se cometieron 3892 asesinatos de mujeres en todo el país y solo 613 se investigaron como feminicidios.

En los últimos 4 años han desaparecido más de 7 mil mujeres en México. Ello habla muy mal de nuestro país, de nuestros valores, de nuestra religiosidad, de la desintegración familiar.

Nuestra esposas, nuestras hijas, nuestras nietas en el presente contexto están en peligro y ante ello no podemos estar ajenos.

Para mí en el fondo es el reflejo de un sistema educativo que ha fracasado en el hogar, las instituciones educativas con sus respetuosas excepciones.

¡Pobre México! Hogar que no garantiza seguridad ni confianza.