Baúl de manías

El papá y algo de la parentela

Por Ma. Cristina Álvarez-Astorga
martes, 19 de marzo de 2019 · 00:00
Vamos a suponer que hacía muchas jornadas que no ganaba el Toluca. Ay perdón, eso no tenemos que suponerlo, porque es verdad. Disculpe usted. Es que al parecer me volví un poco loquita con la novedad. Y es que, tiene usted que entenderme. No nomás ganó. Ganó por más de un gol. Suspiro. Ojalá y me equivoque, pero no doy ni medio quinto por este equipo. Desde que vendieron a Quiñones y a Vega todo va de mal en peor.

En fin, pero, bueno, aprovechando que me volví un poco loquita, voy a suponer que esa a la que llamamos ”música clásica”, así, entre comillas y toda la cosa, tiene un papá y que ese papá es Bach. Okey. Un papá tiene, pero también un chorro de tíos. Y aquí tendré que hacer la lista de quiénes considero yo que son los más grandes compositores de la historia de la música occidental, digo, porque creo que todos estaremos de acuerdo en que si hay alguien que merece ser llamado “papá de la música clásica”, es Johann Sebastian Bach.

El angelito compuso más de 1200 obras, lo cual nomás se dice rápido. Su obra fue un “parte aguas” en la Historia de la Música. No de balde es universalmente aceptado el hecho de que el periodo barroco (que fue en el que él vivió) termina precisamente el año de su muerte.

Pues si Bach es el papá, de Tín Marín y de Do Pingüé, los tíos tendrán que ser Mozart, Beethoven y Tchaikovsky. Y no me pregunte usted por qué. Fueron los primeros que se me ocurrieron y alégueme. El Toluca ganó 2 a 0. Cú-cú.

Por cierto, antes de que se me olvide, déjeme que le diga que el próximo jueves 28 de marzo, la Orquesta de la Licenciatura en Música de la UABC va a interpretar la 6ª. Sinfonía de Beethoven y el Concierto para violín de Tchaikovsky... La cita es a la las 19:30 horas, en el Teatro Benito Juárez. La dirección estará a cargo del Mtro. Ernesto Rosas y la solista será la violinista Mirna Alicia Reyes.

¿Qué puedo yo decir de la Sexta de Beethoven? ¿Que sale en un capítulo de los Simpson? Pues sí. https://bit.ly/2HuyU2j. ¿Y qué más? Qué es completamente diferente de las cinco anteriores? Recordemos, brevemente: la primera es majestuosa; la segunda, tranquila; la tercera, heroica; la cuarta es “una esbelta doncella griega entre dos gigantes nórdicos”. La quinta... es ésa que se distingue desde las primeras cuatro notas. Sol-sol-sol- mi bemol (en la tonalidad de do menor). Tal vez no exista un motivo musical que se identifique tan rápido y sea tan mundialmente reconocido. Y que después de haber compuesto esa maravilla (la Quinta, para-papáááá) se haya atrevido a componer no una (la Sexta), sino tres más, demuestra arrojo, valentía, coraje.

Del concierto para violín de Tchaikovsky, diré dos cosas: una, que el solista necesita ser un virtuoso para emprender la proeza y… dos… (Suena una locura, pero) sus melodías son “demasiado bonitas”. Es en serio. Poco después de su estreno, hubo violinistas que lo rechazaron alegando que… no nomás estaba retedifícil de tocar, sino que además estaba demasiado bonito, demasiado brillante, demasiado romántico (con hartas oleadas de emoción) y que la canzonetta era demasiado rústica... https://bit.ly/2cMHdUS.

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