LA VERDAD SEA DICHA
¿Qué es la gestión social?
Por Guillermo Hurtado Aviña
Para postular a un candidato, todo partido político busca a una persona que sea popular o cuando menos que sea conocida, porque lo que le importa es que gane la elección, aunque el propuesto no sepa en que habrá de consistir su trabajo.
Debido a ello no es raro ver cómo un diputado, por ejemplo, se desempeña en su trabajo. Muchos de ellos tienen poca preparación académica, de manera que cuando son diputados no saben ni qué onda, y entonces les da por practicar la gestión social, aunque tampoco saben que es eso.
Los diputados piensan, en términos generales, que la gestión social que dicen realizar consiste en dar cosas, en regalar pelotas o una piñata en el cumpleaños de un niño, etc., para lo cual se autorizan una partida del presupuesto bastante generosa.
En cierta ocasión fui invitado por un diputado al acto en que habría de rendir su informe anual. Al salir del evento, me preguntó qué me había parecido su informe, y le contesté que hubo un momento en que pensé que me había metido al salón en que rendía su informe el titular del Injude, en ese tiempo; le dije: “el noventa por ciento de lo que dijiste se refirió al deporte, hablaste de que entregaste pelotas, gorras, algunos uniformes y cosas por el estilo; pensé que hablarías de tu trabajo como legislador, pero no fue así”.
Los diputados, casi todos, no saben que cualquier diccionario dice que GESTIONAR significa hacer diligencias para conseguir una cosa, tratar.
Pero lo que resulta increíble es que no se hayan tomado la molestia de leer la Ley Orgánica del Poder legislativo del Estado de Baja California, quizá porque el andar regalando pelotas no les deja tiempo para ello.
Si le hubieran dado una leidita a esa Ley, sabrían que su artículo segundo señala que “el Poder Legislativo es el órgano de Gobierno del Estado de Baja
California, al que corresponde… así como el ámbito de la gestoría comunitaria”.
Y en el artículo 165 se precisa qué es la gestoría, la gestoría comunitaria, y como deben llevarla a cabo, diciendo dicha disposición legal que “a los Diputados como integrantes del Poder Legislativo órgano de gobierno del Estado de Baja California, le corresponde el desempeñar la función de gestoría comunitaria, a efecto de atender los asuntos siguientes:
II.- Turnar a las dependencias y entidades correspondientes del Gobierno del Estado, las demandas y peticiones de los ciudadanos”.
Si los diputados conocieran el contenido de los artículos citados, o si no se hicieran guajes, sabrían que es completamente ilegal que tengan autorizado un presupuesto “para hacer gestión social”, habida cuenta que la gestión social o comunitaria, no consiste en que ellos regalen cosas, sino en turnar las peticiones y demandas, a la autoridad que corresponda, y estar atentos a que esas peticiones y demandas sean satisfechas por las autoridades correspondientes.
Sé que no hace falta, pero permítaseme dar un ejemplo: si un director de una escuela le dice a un diputado que su escuela necesita una pintada y que desea que lo ayude, no quiere decir que el diputado tenga que comprar botes de pintura y pagarle al pintor, NO, lo que significa es que esa petición debe turnarla a la Secretaría de Educación Pública para que ésta provea lo necesario, y estar atento a que esa petición sea cumplida.
No es decente andar haciéndose publicidad a costa del erario.
¿Estamos, diputados?
Debido a ello no es raro ver cómo un diputado, por ejemplo, se desempeña en su trabajo. Muchos de ellos tienen poca preparación académica, de manera que cuando son diputados no saben ni qué onda, y entonces les da por practicar la gestión social, aunque tampoco saben que es eso.
Los diputados piensan, en términos generales, que la gestión social que dicen realizar consiste en dar cosas, en regalar pelotas o una piñata en el cumpleaños de un niño, etc., para lo cual se autorizan una partida del presupuesto bastante generosa.
En cierta ocasión fui invitado por un diputado al acto en que habría de rendir su informe anual. Al salir del evento, me preguntó qué me había parecido su informe, y le contesté que hubo un momento en que pensé que me había metido al salón en que rendía su informe el titular del Injude, en ese tiempo; le dije: “el noventa por ciento de lo que dijiste se refirió al deporte, hablaste de que entregaste pelotas, gorras, algunos uniformes y cosas por el estilo; pensé que hablarías de tu trabajo como legislador, pero no fue así”.
Los diputados, casi todos, no saben que cualquier diccionario dice que GESTIONAR significa hacer diligencias para conseguir una cosa, tratar.
Pero lo que resulta increíble es que no se hayan tomado la molestia de leer la Ley Orgánica del Poder legislativo del Estado de Baja California, quizá porque el andar regalando pelotas no les deja tiempo para ello.
Si le hubieran dado una leidita a esa Ley, sabrían que su artículo segundo señala que “el Poder Legislativo es el órgano de Gobierno del Estado de Baja
California, al que corresponde… así como el ámbito de la gestoría comunitaria”.
Y en el artículo 165 se precisa qué es la gestoría, la gestoría comunitaria, y como deben llevarla a cabo, diciendo dicha disposición legal que “a los Diputados como integrantes del Poder Legislativo órgano de gobierno del Estado de Baja California, le corresponde el desempeñar la función de gestoría comunitaria, a efecto de atender los asuntos siguientes:
II.- Turnar a las dependencias y entidades correspondientes del Gobierno del Estado, las demandas y peticiones de los ciudadanos”.
Si los diputados conocieran el contenido de los artículos citados, o si no se hicieran guajes, sabrían que es completamente ilegal que tengan autorizado un presupuesto “para hacer gestión social”, habida cuenta que la gestión social o comunitaria, no consiste en que ellos regalen cosas, sino en turnar las peticiones y demandas, a la autoridad que corresponda, y estar atentos a que esas peticiones y demandas sean satisfechas por las autoridades correspondientes.
Sé que no hace falta, pero permítaseme dar un ejemplo: si un director de una escuela le dice a un diputado que su escuela necesita una pintada y que desea que lo ayude, no quiere decir que el diputado tenga que comprar botes de pintura y pagarle al pintor, NO, lo que significa es que esa petición debe turnarla a la Secretaría de Educación Pública para que ésta provea lo necesario, y estar atento a que esa petición sea cumplida.
No es decente andar haciéndose publicidad a costa del erario.
¿Estamos, diputados?
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