BAJO PALABRA
Cartas al tiempo
Por Hadassa CenicerosEn el lustro final
del segundo milenio
desde el puerto plomizo
de la humedad perpetua
escribo cartas al tiempo:
De clima seco soy
protejo con espinas mi epidermis
árida en apariencia
surtidora de agua en el desierto
entre sal y erosiones de lejía
conservo la humedad de la aceituna
y sobre todo vivo.
La tierra que habito
tiene un color distinto
cada hora
lleva calor el aire
en esta casi isla
los días se acumulan
como el polvo.
¿Quién eres?
¿qué hay de ti?
tu cabello ya es blanco
huele a viento del sur
a tempestades
tu mirada refleja
transparencia de mares
arrastras en los pies
polvo de oros
en piedra mineral estás filtrado
llevas sabor a fruta
a amor
a pulpa de guayaba y de membrillo
sabor a brisa y sol
sabor de tiempo.
Busco asimetrías
dibujos de algún rostro
desdoblo la memoria
cenicienta del cuento
arrojo en serpentinas
fragmentos de agonía
y espero...
Debí llegar mucho antes
o después
tendré que conformarme
a este momento
No hay nada más
La vida sólo es vida
en el presente
el día anterior no existe
del mañana nada puedo decir
sólo el instante es cierto.
Dividida en pedazos estoy
en tiempo interrumpido.
Soy vigilia sin rezo en los velorios
-soñándome bañada
en miel espesa
bajo lunas enteras-
la misma que ha alumbrado
sin llantos ni tormentos
pasajes de dolor
la que conserva aún en hilos de dulzura
una misma pasión.
Soy vida derramada
como aceite
sobre piel resignada al desencanto
soy lámpara atenuada en casa grande
-contraseña de amor-
de quien espera
los pasos conocidos
de su huésped final.
En el momento menos esperado
el desconcierto empieza
en diez segundos que parecen horas
los días nublados llegan
los fantasmas me invaden
soledades en medio del tumulto
al lado del banquete
presente en el festejo
en la risa
la garganta endurece
la mirada se nubla.
¡Qué ganas de un plato de fideos!
de pan y ajo
añoro una canción en piano.
¿De la taza espumosa del café
bebo dos sorbos
leo en voz alta trozos de ilusiones.
¿Por los deseos como entre muros ando
mi cabeza desea tu hombro ahora
mi corazón necesita un abrazo
por tu sonrisa detengo la caída
y protegida por tus ojos quedo.
Jueves santo en abril
es primavera
en una esquina oscura
la paloma torcaza languidece
busco el sueño completo
la caja de las voces me sorprende
“toma lo que hay de mí
dame tu mano
si insistes en partir
déjame despedirte con un beso”.
La mañana se nubla
hoy es viernes
el día no parece a mi medida
hoy me instalo en el miedo
en el recuerdo
las palabras me asustan:
golondrinas
riñones
nomeolvides
oxígeno
alacranes
indiferencia
aviones
sobrepeso
quirófanos
engaños
despedidas
silencio...
Escribo amigo
epístolas al viento
reinvento historias
recupero el camino
regresar a veces es llegar
doblo en cuadros mis hojas amarillas
a cualquier hora llego hasta una puerta
llamo nada espero
llamo
dejo mi vida en cartas
me retiro
no vuelvo la cabeza
encuentro mi sendero
y sigo.
...