POR SI LAS MOSCAS

AMLO redentor

Por Laura Monzón
viernes, 8 de marzo de 2019 · 00:25

Por fin, comenzó en Chihuahua la entrega de un millón de microcréditos de las Tandas de Bienestar. Además, ya se están repartiendo los Programas Integrales de Bienestar, que incluyen becas, pensiones y apoyos para actividades productivas y hace unos días acaba de presentarse el programa de Mejoramiento Urbano para Centros Turísticos, con el que se otorgará bienestar a las zonas marginadas y que en el país no haya más que bienestar y más bienestar directo de las manos de nuestro mandatario redentor, Andrés Manuel López Obrador.

Dentro de los programas populistas del derroche para el pueblo sabio están las Pensiones para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro, Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez, Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, Sembrando Vida, Becas para Estudiantes del Nivel Superior, Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos, Colonias Marginadas, Universidades para el Bienestar Benito Juárez, Crédito Ganadero a la Palabra, los programas turísticos Sonrisas por México y Disfruta México, así como el recurso extra para que la abuelita cuide a la bendición, más los que sean anunciados en las homilías mañaneras.

Además, está el pago de multas por la cancelación del NAIM en Texcoco, que será traspasado a Santa Lucía, por lo que hay que agregarle la construcción de la infraestructura de transporte necesaria para llegar a dicho lugar, desde el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, que también será remodelado.

No podemos olvidar el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, el Tren del Istmo de Tehuantepec, la compra de 500 pipas para transportar a cuenta gotas los combustibles (cuando al ganso sabio se le antoje cerrar los ductos); la apertura de cien universidades públicas en un año, el acceso universal a la salud, la mudanza de secretarías a otros Estados y un largo etcétera de proyectos impensables.

Según los cálculos millonarios para pagar todo lo anterior, México es un país que nada en la abundancia, nos sobra el dinero y tenemos una economía que ni Obama.

Gracias a Quetzalcóatl que los mexicanos vimos la luz y decidimos darle nuestro valioso voto a López Obrador. Si hubiésemos elegido a otro presidente partidario del neoliberalismo bárbaro, que tiene al mundo al borde del abismo de la bancarrota, estaríamos viviendo un Apocalipsis económico, porque todo el billetón de sobra que, ahora, el ganso sabio reparte con tanta compasión seguro le cayó del cielo.

En vez de impulsar el desarrollo y crear empleos bien pagados, López Obrador está regalando el erario dejado en las arcas por las Administraciones pasada, para mantener la lealtad del pueblo sabio que votó por él y atraer a sus filas del amor a la Cuarta Transformación a los que dudaban de su benevolencia.

Como siempre sucede, los gobiernos populistas viven de los ahorritos dejados por los gobiernos anteriores; como siempre sucede, el dinero se acaba y, entonces, viene la verdadera hecatombe económica. ¿Recuerdan el sexenio de José López Portillo?

Pero a López Obrador le tiene sin cuidado, siendo que sólo le interesa despejarles el camino a los candidatos morenistas en las elecciones venideras, las que sigan y las que vengan después, hasta donde aguante la reserva, porque su intención es pintar a México de guinda.

Finalizo con una cita del artículo ‘El Gran Benefactor’, de María Amparo Cazar, investigadora del CIDE y presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad: “Estamos frente al proyecto de legitimación y permanencia en el poder más ambicioso que haya conocido la exigua democracia mexicana: el diseño de un tecnócrata electoral de altos vuelos. Se le olvida un detalle, el apoyo popular y electoral no alcanzan para sacar al país adelante”.

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