LA BRÚJULA

La luna de miel se esta acabando

Por Heberto J. Peterson Legrand
lunes, 1 de abril de 2019 · 04:25
La respuesta de Ebrard es correcta. México no actúa bajo amenazas y debe mantener su dignidad frente a Trump que ha dado muestras de no querer a los mexicanos y asume actitudes prepotentes cuyos costos en muchos sentidos pueden afectar a las dos naciones.

Por otro lado el presidente López Obrador declara que él no quiere pelearse con Trump y le deja las declaraciones firmes o fuertes a su Canciller…¡Claro! Creo que es buena política. Ya me imagino a AMLO mandándole mensajitos a Trump de que nos pida perdón porque nos robaron la mitad del territorio: Ante él se ve más bonito calladito porque si no el pelo naranja le va a decir….uff mejor no digo.

Es de lamentar que las relaciones entre dos países cuya vecindad es y será para siempre, esté tambaleándose y vaya a traer consecuencias funestas en la relación política, y en la económica, sobre todo porque las visiones no se han podido conciliar en asuntos migratorios con actitudes racistas, xenofóbicas con una enfermiza supremacía blanca difícil de curar.

Ahora parece que debido al resultado de la investigación que se le hizo a Trump y cuyo resultado le fue favorable, lo más probable es que tengamos que aguantarlo, no los cuatro años, sino los ocho ya que una posible reelección está en el horizonte.

Cuando el temperamento prevalece sobre la prudencia e inteligencia es sumamente difícil lograr diálogos que den buenos frutos porque los caprichos e intolerancia jugaran un papel que nos pueden presentar escenarios no previstos y que nos pongan en una mayor desventaja.

El gobierno mexicano deberá tener operadores políticos con mucho talento para poder prever cuáles serán los movimientos del mandamás del norte…¿los tenemos?

Los escenarios políticos y económicos cambian tanto en el orden global como en el doméstico y ellos nos pueden ser favorables y permitirnos poner sobre la mesa piezas que nos permitan presionar o al contrario, sernos desfavorables y tener ellos las piezas para perjudicarnos más.

No son los títulos los que harán la diferencia sino la experiencia, la sabiduría, el poder ver más allá de nuestras narices, ser poseedores de una gran sensibilidad e intuición que se da en muy pocos. Por eso es de suma importancia un concienzudo análisis de perfiles para contratar talentos y que el amiguismo y las filias partidistas no sean el dato a considerar.

Los dos presidentes son caprichosos, los dos quieren manejar todos los hilos de todas las áreas, los dos quieren ser omnipresentes y estar en todas partes, los dos tienen su dosis de conservadores y liberales en distintas proporciones, los dos han mentido al pueblo, los dos han violado las leyes, a los dos les gustan los incondicionales y los dos consideran enemigos a quienes piensan distinto, los dos son maquiavélicos.

Uno anda repartiendo dinero a manos llenas y el otro sufriendo porque no le dan lo que quiere para su muro.

En todos los niveles de gobierno muchas veces se vive una luna de miel, después frente a la primera desavenencia la relación se vuelve turbia y difícil de manejar para en ocasiones llegar al divorcio e iniciar ese proceso en política de Saber esperar por los nuevos actores para volver a empezar y siempre con la esperanza que alimenta nuestra imaginación de que: ¡Ahora si nos va a ir bien!

Felices sueños estimado lector y que duerma bien que mañana será otro día muy ensenadense: luminoso, con neblina, con aire y tierra, con lluvia, con calor y a pesar de todo amanecerá el día muy, pero muy, democrático…

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