ATERRIZAJES

Su Bajeza Serenísima

Por Adán Echeverría
martes, 16 de abril de 2019 · 00:00

“El que se lleva se aguanta” decía mi tía Evelia, cuando alguno de sus sobrinos nietos venía a acusar alguna travesura que algún otro sobrino nieto le había devuelto. Lo mismo ocurre con Andrés. Se la pasa diciendo “Con todo respeto” para acusar sin pruebas a empresas, sociedad, periódicos, personas, en las ya castrantes conferencias mañaneras, que pretenden ser Homilías en las que Su Santidad Andrés tiene al alcance del micrófono una audiencia diaria para evangelizar, sobre todo a los periodistas que tienen la mala fortuna de haber sido enviados a cubrir dichos eventos. Si Andrés puede usar una conferencia para insultar, entonces se puede usar la columna para acusar de igual forma, “con todo respeto”.

Ahora Andrés se lanza contra la libertad de expresión, nuevamente y por fin le pone nombre a la Prensa Fifí a la que lleva más de un año insultando, primero como candidato, y ahora como el personaje TodoPoderoso que se presiente. Se trata del periódico Reforma. Exigió en una de sus bravuconadas: “en aras de la transparencia, el periódico Reforma nos debe decir a todos, quién les entregó la carta donde se le pide al gobierno de España que se disculpe con México, eso es lo ético, que nos diga quiénes son sus fuentes”.

No bastando con burlarse del Senado y de México con el anuncio del mando militar para la Guardia Nacional, de tener cautiva a la Cámara de Diputados aprobando cualquier ocurrencia, nombrar a la esposa de su amigo como magistrada de la Suprema Corte, burlase de nuevo del senado con las ternas que envío a la CRE repitiendo a las personas que le fueron rechazadas, y luego nombrándolas según su agrado, ahora de plano al ver que nadie se le puede oponer, se lanza en contra de un medio de comunicación.

En un país donde la profesión de periodista es lo suficientemente peligrosa y hasta considerada de alto riesgo, es de pobrísima moral hacer blanco de sus huestes de seguidores a ciudadanos profesionistas que desarrollan todos los días el trabajo que permite conocer lo que sucede en el país y el mundo, un periódico que pretende tener una visión contraria a la que tiene Andrés.

El daño de Andrés está hecho. Todos los trabajadores del periódico Reforma ahora son blanco de todos aquellos fanáticos que hacen, dicen y actúan de acuerdo, a lo que Andrés decida. Si de por sí ya existe una terrible mancha en el inicio de la gestión de la nueva administración federal, con la muerte de la gobernadora de Puebla, y cuando el primer trimestre de 2019 es considerado el más violento desde que se lleva registro, ahora Andrés se lanza contra los periodistas, columnistas, investigadores, editores del periódico Reforma. Cualquier cosa que les pase a estos compañeros comunicadores, tendrán como responsable a Andrés. Porque los dichos de Andrés mueven las mentes de los fanáticos que siempre llegan hasta el insulto en las redes sociales, y ahora tienen permiso para golpear, lastimar, destruir la imagen de cualquier trabajador del periódico que ha sido acusado.

¿Acaso no habrá ningún contrapeso? ¿Nadie se atreverá a levantar la primera denuncia contra Andrés por extralimitarse en sus funciones? Permitirle seguir adelante será un gran error y todos los partidos políticos tendrán que cargar con ello. Cada logro de Andrés, en su megalomaníaco proyecto de hacerse de TodoelPoder, es permitido por todas las fuerzas de oposición. Este golpe a la libertad de expresión, este golpe a la secrecía y protección de las fuentes de información, de permitirse, si no se levantan voces críticas que lo condenen, y si no se actúa desde la legalidad demandando al presidente para que se le acote, hará correr la sangre entre el gremio de periodistas, pueden estar seguros de ello.

Alguien que actúa con una moral torcida termina por convertirse en el nuevo Emperador de México, o al menos con ello es con lo que Andrés sueña, y por eso nos queda claro que se ha ganado el mote de: Su Bajeza Serenísima Andrés Primero, porque son actos de bajeza los que hace todos los días contra aquellos que no se inclinan ante él.
 

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