LA VERDAD SEA DICHA

Inmudere y la Carabina de Ambrosio

Por Guillermo Hurtado Aviña
miércoles, 17 de abril de 2019 · 00:00

Un Ayuntamiento técnicamente quebrado como el de Ensenada, está obligado a cuidar estrictamente sus gastos, es decir, debe desaparecer, o al menos regular, algunas de sus Entidades.

Una de esas Entidades es el Instituto Municipal del Deporte y Recreación de Ensenada, B.C., INMUDERE, debido a que no sirve para cumplir con su función, la cual se encuentra contenida en su Reglamento Interior expedido el 30 de julio de 1999, con un texto modificado a partir del 4 de enero de 2008, siendo presidente César Mancillas a quien le duró su amor al deporte, es decir solo al fútbol, únicamente los tres años que duró como primer edil. Bajo la administración de Enrique Pelayo, se modificaron solamente dos artículos, el 16 y el 17.

El objeto de INMUDERE es encauzar, promover, desarrollar la cultura física en la ciudadanía, unificando criterios para su promoción agrupando a los organismos y asociaciones implicadas en la promoción del deporte; fomentar la organización de encuentros deportivos a nivel local, estatal, nacional e internacional.

Los deportes que se practican en nuestra ciudad por hombres y mujeres, son: beisbol, futbol, basquetbol, softbol, futbol americano, en su rama infantil, juvenil, master, volibol y esos deportes los promueven y financian las ligas deportivas, mientras el INMUDERE se limita, principalmente, a conseguirles a los niños deportistas, permisos para que vendan chocolates o pidan una coperacha a los transeúntes, cuando tienen necesidad de salir de la ciudad a competir a otros lugares del Estado o del País.

INMUDERE no fomenta, y menos patrocina, ninguna práctica deportiva, solamente en semana santa o en algunas vacaciones veraniegas, organizan alguna actividad en la Unidad Sullivan, no obstante que tiene una nómina de por lo menos cien personas, tal como lo ha declarado Marco Novelo.

No obstante, INMUDERE cuenta con una organización administrativa compuesta por una Dirección, una Subdirección Técnica de Control y Avance, una Unidad Administrativa, Departamento de Deporte Popular, Departamento de Deporte Estudiantil, Departamento de Deporte Asociado, Departamento de Deporte Delegacional, Departamento de Instalaciones Deportivas Departamento de Promoción, Difusión y Apoyos Externos y una cantidad enorme de “promotores deportivos” que no promueven absolutamente nada.

Antes del INMUDERE existió la Dirección de Educación, Cultura y Deporte, que si bien tampoco hacía gran cosa por el deporte, al menos no costaba tan caro su mantenimiento; un Director y unas dos o tres personas más eran suficientes.

Debe, pues, la autoridad municipal pensar “con la cabeza” y reestructurar al INMUDERE de manera que deje de ser solamente una pantalla usada para presumir que se ayuda al deporte, cuando la verdad es que solamente se trata de hacer mucho ruido habiendo pocas nueces o lo que es lo mismo, no sólo no ha logrado cumplir con su mandato, sino que se ha convertido en una carga para el erario.

El presidente Marco Novelo tuvo conocimiento oportuno de la situación que prevalece en el INMUDERE, mediante un escrito que le fue entregado, pero como siempre, o casi siempre, no acepta opiniones ni consejos, por eso batalla para pagar la nómina de ese Instituto.

Mientras esa situación no se corrija, se podrá decir, como se dice, que el INMUDERE y la carabina de Ambrosio, SON DOS CARABINAS, ¡es cuanto!
 

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