Monárquicos vs republicanos

Según una encuesta hecha para el sistema público de noticias de Países Bajos, la simpatía de los jóvenes por la monarquía va en descenso. En la encuesta de 2007, el 70 por ciento de los encuestados, población entre los 18 y los 34 años, expresaba su apoyo a la Casa Real. En la encuesta del año pasado la cifra bajó al 55 por ciento.

El apoyo a la monarquía de la gente entre 35 y 55 años también descendió, aunque en menor medida y en cambio sólo personas de la tercera edad sigue pensando que tener un rey en vez de un presidente es lo mejor, con 8 de cada 10 encuestados que respaldan la monarquía.

Aquí en casa ese asunto es en el que más diferimos mi holandés y yo. Mi marido dice que los reyes son la cara del “marketing” de Holanda, una suerte de ministros alternos de economía encargados de abrir puertas, sobre todo comerciales, en otras partes del mundo. Que la Casa Real es una inversión, que no sale tan cara como otras monarquías, que además son muy bien portados, no protagonizan escándalos y -el mismo argumento que oí en España- es una institución sólida y permanente que garantiza estabilidad en caso de caos político.

Yo le digo que el hecho de ser el primogénito o primogénita de cada generación no es ninguna garantía de que sea la persona más apta y capaz para asumir ese cargo; que le cuestan millones de euros cada año a él y al resto de los contribuyentes; que para abrir puertas están los ministros de economía y comercio y que viviendo en una de las democracias más fuertes del mundo, un rey no pinta nada. Además su papel es puramente protocolario, un rey no toma decisiones de gobierno.

Pero tampoco podemos discutir mucho del tema porque se caldean los ánimos. Es tan imposible convencer a un monárquico de las bondades de la república, como convencer a un republicano de las ventajas de la monarquía.

Además, a mí me molesta especialmente la labor que ha decidido hacer la reina Máxima. La nacida en Argentina trabajaba en el sector bancario internacional antes de casarse con el príncipe heredero Guillermo Alejandro. Desde su integración a la familia real se ha dedicado a promover a los bancos, hablando de las bondades de los microcréditos por todo el mundo.

¿Por qué no se dedicó a una labor social en vez de a una económica? Para mí hubiera sido más válido y apreciado que dedicara sus esfuerzos para integrar a las y los extranjeros que como ella vinimos por amor a este país, al mercado laboral holandés, a sentirnos en casa y con las mismas oportunidades que los nativos cuando tenemos las mismas calificaciones requeridas para los trabajos ofertados.

En fin, que este 27 de abril se festeja el Día del Rey y por lo menos ese día todo mundo está feliz de tener una razón para salir a las calles y ser parte de una de las fiestas más grandes y emblemáticas de Holanda, porque como dicen los holandeses, sin monarquía no tendríamos Día del Rey.