DE NIÑOS Y OTROS ENREDOS

Comidas ultraprocesadas

Por Dr. Enrique Sicardi Aragón*
jueves, 25 de abril de 2019 · 00:00
Recuerdo que hace tres o cuatro quinquenios trabajábamos en pro de una ley antichatarra, la cual fue en Baja California fue obstaculizada por autoridades que defendían el derecho comercial de las empresas. No sé a cuándo se remontan las primeras alertas en relación al riesgo para la salud de la ingesta de los productos ultraprocesados. Sé que mucho se ha escrito en relación a ello y también sé que tienen décadas existiendo y muchos los defenderán diciendo que no ha pasado nada, pero como en todo, el abuso en su consumo y en especial iniciado desde edades tempranas, allí es donde más nos preocupa.

Nos referimos a productos ultraprocesados a aquellos envasados y producidos en forma masiva como bebidas azucaradas, panes, confiterías, platillos pre elaborados, carnes procesadas y muchos otros productos más, los cuales, todos ellos durante su proceso de elaboración llevan adicionados conservadores y estabilizadores encaminados a darles mayor sobrevida de anaquel y continúen manteniendo características de aparentemente frescas o recién procesadas y durante el empaquetado se van contaminado con plastificantes (bisfenoles).

Aditivos como el dióxido de titanio está asociado con un mayor riesgo de inflamación intestinal crónica y carcinogénesis. Dichos productos que se procesan a altas temperaturas pueden contener contaminantes cancerígenos neoformados, como la acrilamida. El consumo de carnes procesadas puede ser cancerígeno para los seres humanos, con evidencia suficiente para el cáncer colorrectal y una asociación positiva con el cáncer de estómago. Los estudios epidemiológicos sugieren que los disruptores endócrinos (bisfenol) se asocian con un mayor riesgo de cánceres endócrinos, diabetes, obesidad y otras enfermedades metabólicas. El alto consumo de sodio aumenta el riesgo de muerte cardiovascular y riesgo de cáncer de estómago; el alto consumo de azúcar añadido aumenta el riesgo de mortalidad por enfermedad cerebro vascular. Los edulcorantes artificiales pueden afectar la microbiota y promover la aparición de diabetes tipo 2 y otras enfermedades metabólicas.

Las personas a menudo seleccionan alimentos ultraprocesados debido a su asequibilidad, facilidad de preparación y resistencia al deterioro. Tales alimentos generalmente contienen “calorías vacías” y un alto contenido calórico con poco valor nutricional, son bajos en fibra y altos en carbohidratos, grasas saturadas y sal, además de que las personas con estos patrones dietéticos, tienen otros estilos de vida poco sanos como alto o frecuente consumo de alcohol, otros tóxicos y vida sedentaria.

Pues bien, mis queridos amigos, toda esta evidencia se ha escrito en diversos artículos científicos y el más reciente de ellos ha sido publicado en una prestigiosa revista electrónica (www.medsacpe.org) el 7 de marzo de 2019 en un artículo intitulado: ¿Se relaciona la comida ultraprocesada con una mayor mortalidad?, el objetivo del estudio fue el de evaluar la asociación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el riesgo de mortalidad por todas las causas en adultos mayores de 45 años. Analizaron datos de 44,551 adultos que participaron en el estudio francés NutriNet-Santé, un estudio que inició en mayo de 2009. Los investigadores realizaron un seguimiento hasta el 15 de diciembre de 2017. De los participantes, 73.1% eran mujeres, y la edad promedio fue de 56.7 ± 7.5 años. Concluyendo que el aumento en el consumo de alimentos ultraprocesados durante las últimas décadas puede resultar en una carga creciente de mortalidad por enfermedades no transmisibles.

Resulta muy difícil demostrar que el alto consumo de dichos productos por sí mismos son causantes del incremento de la mortalidad, el problema es más complejo ya que aunado a ellos van los malos estilos de vida y el consumo alto o frecuente de otros tóxicos, entre los que se cuenta en primerísimo orden el alcohol, para el cual la tolerancia social y cultural es hartamente solapada y muy bien vista. El tabaco, afortunadamente, creo cada vez va perdiendo más terreno, pero el aumento del estrés y la falta de ejercicio en forma seria y comprometida, tiene pocos adeptos, en especial entre dichos grupos de edad.

Estimados amigos, ustedes deciden cómo toman tal información, la pueden criticar, desechar o aprovechar, el libre albedrío es un derecho, pero lo que sí les suplico, evitemos el exceso en el consumo de productos altamente procesados en nuestros niños y recuerden los principios de la alimentación: fresca, natural, variada y preparada en casa.

La tarea, fácil no es, pero las enfermedades crónicas son onerosas y desgastantes. Trabajemos en tener adultos, sanos, responsables, con alta capacidad de amar y trabajar.

*Médico pediatra

sicardi53@gmail.com

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