ECONOMÍA Y POLÍTICA

La planeación y la acción

Cuando la planeación falla, la improvisación es la alternativa Arcángel Rojo Por: Rolando Daniels Pinto
lunes, 29 de abril de 2019 · 00:00

Recientemente, mucho se ha comentado por diversos actores de la sociedad sobre la inexistencia de un Plan Maestro de Movilidad de Ensenada; de hecho se pretende sujetar acciones en materia de movilidad urbana a la existencia de dicho plan, sin embargo, no existe norma legal que obligue a ello.


En el documento del IMIP “Estudio de Tránsito de la Ciudad de Ensenada”, elaborado en 2009, en su punto 8.3 ya se sugería cambiar la denominación del – nunca realizado – Plan Maestro de Vialidad y Transporte, por la de Plan Maestro de Movilidad de Ensenada; de otra forma, la intención de elaborar un plan de vialidad y transporte es previa a la del plan de movilidad urbana, que nunca se ha realizado.


Entonces surge la pregunta de para qué se tiene un IMIP cuya función es realizar estudios en favor de una planeación urbana, la cual duerme el sueño de los justos en anaqueles o en el disco duro de alguna computadora, sin que tengan una utilidad efectiva porque esa entidad no tiene la fuerza legal para ello.


Son muchas horas de trabajo y dinero invertido en la elaboración de documentos técnicos en materia de planeación urbana sin que la autoridad municipal aplique los resultados de tanto esfuerzo impreso en ello; al final, el IMIP es un lujo guardado en la caja fuerte que no puede lucirse en todo su esplendor.


En el IMIP existe una gran cantidad de trabajos que no encuentran cabal aplicación práctica, por las razones que sean, pero es tiempo, dinero y esfuerzo intelectual desperdiciado; es increíble cómo varios documentos valiosos sufren de obsolescencia porque tienen alrededor de 10 años sin que nadie los aplique, o peor, aún teniendo validez a pesar de los años existe poco interés en su concreción.


La aspiración de contar con un Plan de Movilidad Urbana para la ciudad de Ensenada, se ha visto frenada por la indiferencia de mucha gente, no sólo en el gobierno sino también en la sociedad. La única utilidad visible del referido plan, es para que algunos actores interesados lo utilicen aviesamente con fines electorales e incluso para condicionar (o cancelar) otras acciones en materia de movilidad.


Sujetar acciones del gobierno municipal a una buena planeación es lo ideal; pero la realidad supera la ficción de una planeación urbana inexistente, más cuando pasan lustros sin que haya avances tangibles en la misma, es decir, sin haberla realizado y, en consecuencia, mucho menos hacerla una realidad.


Entonces, si el IMIP no tiene la fuerza legal necesaria para orientar el desarrollo urbano y la movilidad de los ensenadenses, y si tampoco recibe los recursos para elaborar un plan concebido desde hace casi tres lustros, pretender de repente condicionar la acción del gobierno a una ilusión, es improcedente; sobre todo porque la dinámica de la ciudad continúa y le marca la pauta a las acciones del gobierno.


Y es en este sentido el por qué la autoridad municipal debe tomar acciones aisladas y parciales, pero que finalmente son parte de una solución previsible, no hacer en su momento lo que se pueda también es una irresponsabilidad; siempre habrá opositores, ya sea por necedad o con razón, pero se gobierna con mayorías no siempre con consensos, así funciona la democracia, le guste o no a la minoría.


Ensenada y la solución de sus problemas no tienen tiempo de esperar a que el Cabildo apruebe por unanimidad todas las acciones del gobierno municipal, porque siempre habrá – dentro y fuera del gobierno – quienes le encuentren el problema a las soluciones; pero si son los menos, no importan.

rdanielspinto@hotmail.com
 

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