AJEDREZ PÚBLICO

Los días de gloria

Por Alfonso Torres Chávez*
sábado, 6 de abril de 2019 · 00:00
Morir es el único acto en la vida que no se puede evitar. En la vida, la muerte es lo único que tenemos seguro.

Para Marx –padre de la teoría socialista del estado de bienestar- la muerte del Estado capitalista se dará en el momento en la población viva en condiciones de igualdad –teóricamente-.

El producto del trabajo debe enterarse al individuo de forma igual a la fuerza para producirlo.

La sociedad de consumo, como la conocemos en los estados modernos, no conciben la sociedad comunista.

El Estado no puede ser el único propietario de los bienes –al menos no lo es en el estado capitalista- pues el propietario de los bienes de consumo es quien los produce.

Los impuestos y las contribuciones nos dicen David Ricardo, son producto del trabajo de los contribuyentes.

El Estado entonces, recibe esos impuestos y contribuciones deben servir para beneficiar a la comunidad a través de la administración que debe hacer de forma eficiente el estado.

En materia fiscal, aquel contribuyente que fallezca sin haber dado aviso al SAT debe seguir contribuyendo.

La baja ante la Secretaría de Hacienda y ante el SAT se debe hacer inmediatamente después del fallecimiento.

Si las contribuciones no benefician a la población no deberían pagarse. Sin embargo, el pago es una obligación preceptúa en el artículo 31 constitucional.

No tenemos forma de escapar del pago de impuestos, aunque nuestras ganancias sean magras.

Dice el artículo 31 que todos los ciudadanos debemos contribuir con el hacienda pública, es decir lo que generemos con nuestro trabajo, debe servir para pagar los servicios públicos.

No puede ser de otra forma.
Las contribuciones son las que sostienen a cualquier Estado del mundo.

No existe la forma de no pagar.

Pero por eso hay beneficios fiscales.
Y estrategias para poder pagar los impuestos de forma justa y equitativa.

Principio constitucional.
*Docente de la Licenciatura en Derecho en Universidad Vizcaya de las Américas

alfonsotorr@gmail.com

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