Música del siglo 20, siglo “loco de atar”

Dicen (los que saben) que la proporción orquestal, el equilibrio musical y la fortaleza rítmica hacen de la Séptima del buen Ludwig Van Beethoven uno de los experimentos sonoros más atrevidos del romanticismo. Así como se los cuento. Al propio Beethoven le gustó mucho cómo le quedó. En más de una ocasión manifestó su aprecio por ella. En 1815, en una carta, dice: “Es una gran sinfonía, una de mis mejores obras”. En otra carta, repite y amplía lo dicho: “Entre mis mejores obras, lo digo sin reparo, está la Séptima”.

La obra es tan audaz que cuando el carcamán de Carl Maria von Weber la escuchó, nomás dijo: “Beethoven ist bereit, ins Irrenhaus zu gehen”, o lo que es lo mismo, “Beethoven está listo para entrar en el manicomio”. Por el contrario, a Richard Wagner le gustaba mucho, o como dirían mis paisanos de acá del bello Puerto de Ensenada “le gustaba demasiado” (jajaja). Tanto le gustaba al hombre (que por cierto me da a mí la impresión de que era famoso más por sus odios que por sus amores), que la bautizó como “Die Apotheose des Tanzes” (“la apoteosis de la danza”). Con la Orquesta Anima Eterna es una maravilla: diáfana, radiante, fresca. Neta, no por seguirle la corriente a Wagner, pero… dan ganas de bailarla: http://bit.ly/1SuE5gg

Como quiera que sea, si a Wagner le gustaba tanto la séptima de Beethoven, automáticamente ya me cayó bien Wagner. Y no es que me cayera gordo antes. Musicalmente me parece un genio. Como persona, más bien era medio higadón, la verdad sea dicha. Ah bueno, pero qué bueno que dije Wagner, porque estoy a tiempo de invitarlo a usted a un concierto que ofrecerá la Orquesta de la Licenciatura en Música de la UABC el próximo 29 de mayo a las 19:30 horas en el teatro Benito Juárez.

Va a estar muy chévere este concierto, por varias razones, de las cuales solo apuntaré una: El concierto se titula “La música del siglo XX” y los chamacos van a tocar obras de Wagner, Webern, Bartok y Ravel... Y usted, muy sesudo lector, tal vez me dirá:” ¿y qué carambas hace Wagner en este elenco, si el hombre nació y murió en el siglo antepasado?”. Así es. Richard Wagner fue un compositor, director de orquesta, poeta, ensayista, dramaturgo y teórico musical alemán del Romanticismo. Nació en Leipzig, Reino de Sajonia, el 22 de mayo de 1813 y chupó faros en Venecia, Reino de Italia, el 13 de febrero de 1883)... Pero el caso es que eso es meramente anecdótico, pues su influencia en la música del siglo XX es enorme, qué digo “enorme”, digo formidable, morrocotuda, monumental... Gracias a su obra (nos dijo el Mtro. Alvarito Díaz, quien dirigirá a la Orquesta) “se abre el espectro y la mentalidad armónica de todas las obras posteriores”. El concierto presenta un pequeño abanico de las preferencias de la época de los principios del siglo pasado, desde la atonalidad de Antón Webern con sus 5 piezas para orquesta Óp. 10, hasta las Danzas rumanas del genial Bela Bartok, quien toma conciencia del folclor incorporado al nuevo lenguaje, pasando por le exploración de las texturas orquestales con la “Mamá la Oca” del no menos genial Maurice Ravel... Ah, bueno, y de Wagner, tocarán el hermosísimo Preludio de Tristán e Isolda... Pues allá nos vemos: https://www.youtube.com/watch?v=fktwPGCR7Yw.

Y abur.