LA COMEDIA POLÍTICA

¡Oh, Tláloc!

Por Dan T
miércoles, 22 de mayo de 2019 · 00:00

Justo cuando Claudia Sheinbaum se había acabado las uñas de tanto mordérselas porque la contaminación no bajaba, apareció su salvador: ¡Tláloc! El dios de la lluvia decidió poner fin al suplicio de los chilangos, que llevaban seis días ahogándose con partículas PM 2.5, y comenzó a ahogarlos con agua. ¡A la madre! En un solo día llovió lo que suele llover en un mes en la Ciudad de México. Hubo hasta granizo en pleno mes de mayo. Vientos huracanados y una tormenta como las que se ven en la selva del Amazonas, tiraron árboles, inundaron calles, desbordaron drenajes, desquiciaron el tránsito y, en general, provocaron un desmadre por toda la ciudad. Pero, bueno, lo importante es que Tláloc salvó a Sheinbaum... y confirmó que a los chilangos nadie nos quiere.

 

Olga la chida

Si yo me veo ridículo escuchando a Natalia Lafourcade, la secretaria Olga Sánchez Cordero se ve todavía más ridícula diciendo que se la pasó “muy chido” hablando de lo buena que es la mota mexicana. La titular de Gobernación fue invitada a un programa de televisión, de esos que se dedican a hablar bien del gobierno de la 4T, y entre las cosas que dijo fue que los mexicanos debemos de fumar la mariguana de la paz para reconciliarnos.

Estoy convencido de que si todos fumáramos mota al menos una vez a la semana, este país sería mucho más agradable para vivir, pero ¿quién diablos le cree a Sánchez Cordero que siquiera sabe a qué huele un toque? Ni ella misma se lo cree. De hecho, tengo la seria sospecha de que el amado líder presidente cabecita de algodón, por su rollo evangélico, es un espantado de la mariguana y de cualquier otro intoxicante. No sólo no ha hablado al respecto, sino que es de los que promueve la “educación moral” para que los jóvenes no consuman, como si el ponerse bien pacheco fuera un asunto moral. Han de pensar que es pecado quemarle las patas al diablo. Pero... ¿qué te estaba diciendo? Jajajajajaja.

 

Napitito

En México se supone que todos somos iguales ante la ley, pero la realidad es que algunos somos más iguales que otros que reciben mejor trato. Ahí está por ejemplo, de hecho como un mal ejemplo, el caso de Alejandro Gómez Casso, cuya profesión en la vida es ser junior del dirigente minero Napoleón Gómez Urrutia. Cuando Napito se fue a esconder en Canadá, Napitito cometió un fraude de esos que sólo los ricos y poderosos pueden presumir sin ser atrapados. Mientras cualquier otro mexicano tiene que ir al SAT y darse de alta personalmente, Gómez Casso mandó un “representante”, o mejor dicho mandó un falso Gómez Casso que se presentó con ¡una fotocopia! de su pasaporte con una fotografía sobrepuesta. Es decir, los datos estaban bien, pero el que aparecía en la foto e hizo el trámite era otro. Y eso, aquí y en China lo mismo que en el Congo, se llama fraude. El hijo del senador fue exhibido en las páginas de este periódico que estás leyendo. Aquí puedes encontrar las pruebas de cómo engañó al SAT y hasta falsificó la firma del notario público que, supuestamente, certificó la legalidad de su pasaporte. Te preguntarás qué castigo recibió el muchacho: ninguno. Son las ventajas de la Cuarta Transformación que, cuando se trata de los cuates de AMLO, se convierte en la Cuarta Simulación.

 

 

 

...

Comentarios