DE NIÑOS Y OTROS ENREDOS

Protectores solares

Por Dr. Enrique Sicardi Aragón*
jueves, 13 de junio de 2019 · 00:00
Indiscutibles los beneficios del SOL, nuestro astro rey, por algo las culturas antiguas lo veneraban y justificadamente era su dios omnipotente, si algo nos obstruyera totalmente su radiación, el benévolo planeta azul quedaría despoblado, sin vestigio alguno de vida.

Impostergable será nuestro futuro, los humanos nos hemos afanado en ello y nadie duda que como especie, somos los únicos capaces de acabar con todo, intencional o accidentalmente, tarde o temprano.

El calentamiento global es fuerte indicio de este innegable futuro. La degradación de la barrera protectora de la capa de ozono, esa capa que filtra algunas radiaciones solares nocivas como los UVA y UVB, por lo cual mucha gente, atinadamente toma precauciones a fin de evitar daños a su piel y como es común, la industria comercial hace fructífero negocio al ofertarnos infinidad de productos arguyendo beneficios.

La piel, un tejido ampliamente expuesto a las agresiones medio ambientales tiene que recibir cuidados a fin de evitar lesiones prematuras o tardías, secundarias a las abrasiones cotidianas y con el tiempo terminar en neoplasias, por lo que no hay duda del beneficio de su protección, muy en especial en los extremos de la vida.

Los rayos ultravioleta (UV) son una radiación no visible que penetra la piel y daña las células, siendo las quemaduras un signo innegable del daño, estas son producidas cuando la cantidad de exposición al sol o a otra fuente de rayos ultravioleta (hay fuentes artificiales) excede la capacidad protectora del pigmento del cuerpo, la melanina.

La vorágine comercial ha invadido los espacios publicitarios y nos hacen creer que sin sus productos, el daño a la piel es irreparable, más bien ellos son parte del daño al planeta y del problema que hoy tenemos.

Nos ofertan productos como: protector solar, bloqueador, cremas, lociones, geles, spray u otros tópicos que evitan o disminuyen los efectos causados por la radiación solar. Ningún protector solar ofrece una protección 100% y si así fuera, tampoco sería saludable ya que por un lado bloquearíamos sus efectos deletéreos, tanto como sus beneficios, como es la producción de vitamina D y eso, trae consecuencias nutricias.

Hoy, la literatura médica habla de los riegos de los productos químicos, tanto para el medio ambiente como para la persona al absorberse y tornarse en un riesgo para la salud. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos, publicó muy recientemente una alta absorción sistémica de ingredientes de protectores solares, en especial ingredientes activos: oxibenzona (y sus derivados), octocrileno y ecamsule.

Pero por otro lado, este año Consumer Reports probó 82 productos de protección solar y publicó “Los 10 principales” los que recomendaron, todos contienen oxibenzona. Ante la controversia, La American Academy of Pediatrics sugiere la selección de protectores solares para niños sin oxibenzona debido a posibles preocupaciones sobre la irrupción hormonal.

Por otro lado, un reciente estudio argentino habla que el uso de protectores solares puede ser un arma de doble filo, ya que las personas que se aplican protectores para estar más tiempo al sol sin quemarse reducen el riesgo de melanoma, sin embargo, se exponen a desarrollar otros cánceres de piel más benignos, pero de mucha mayor incidencia.

La radiación solar, como todo en la vida tiene beneficios y riesgos. No se trata de usar un producto para exponernos durante horas al sol sin riesgo de melanoma, eso ocasionará otros tumores, tampoco se trata de embadurnar todos los días y todo el cuerpo, eso, disminuye la transformación de vitamina D. Hay productos minerales a base de óxido de zinc o dióxido de titanio que son protectores solares físicos, se aplican sobre la piel y bloquean los rayos del sol antes de que se absorban, los protectores solares químicos, como los que contienen benzonas y otros ingredientes, se absorben en la piel donde ocurre una reacción química, que transforma la radiación en calor y luego la libera de la piel.

Ningún producto químico está exento de riegos. La protección solar debe incluir sentarse a la sombra, evitar el sol cuando los rayos son más fuertes, alrededor de las 10 am hasta las 4 pm, usar un sombrero, lentes oscuros y mangas largas, hidratación suficiente y ¿por qué no? un poco de protector solar, idealmente mineral más que químico.

Mis amigos, como todo en la vida, el justo medio es el arte de la mesura, la llave de la salud y de una buena calidad de vida.

*Coordinador Relaciones Públicas, Consejo Nacional de Lactancia Materna, A. C.

sicardi53@gmail.com

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