CRÍTICA DE LA RAZÓN CÍNICA
¿En qué más puedo servirle?
Por Rael SalvadorMarisa Caichiolo en el Ateneo de Madrid
Hegel olvida la defensa de su “Fenomenología del espíritu” –donde aparece el cuestionable capítulo “Autonomía y dependencia de la autoconciencia: dominio y servidumbre”– y atiende a su joven mujer.
Desatendiendo los brillos de la filosofía, ambos mueren de cólera.
Desde el delta del Ganges, en el siglo XIX, el bacilo Vibrio cholerae avanzó de la India hacia todos los continentes; lo mismo pasó con la pandemia que justifica al Capitalismo y que analiza ideológicamente Alexander Kojèbe –ahijado de Kandinsky– en “La dialéctica del amo y el esclavo en Hegel”, fomentando el debate ante los compromisos mezclados del que somete y quien es sometido.
En esta relación de elementos que expone Marisa Caichiolo –la platería de banquete, la mujer (en la imagen de Rachel Loba Robles) y la redacción roja, en la acción de tejer la historia y resignificarla en su cabellera–, evidencia el nuevo juego de poder: no es el simbolismo de la bota que aplasta sino la sutileza artística que emancipa.
La gramática del escenario, el encono visual de la sala –en el Ateneo de Madrid–, se convierte entonces en la muestra donde la relación de sometimiento y rebelión guardan la debida escala inestable del enfrentamiento en una evidente disputa cultural: el “¿En qué más puedo servirle?”, superior en voz y altura, es la interrogante que determina la relación inmersa donde no existe más la servidumbre ni el mito antropológico del gozo dominante.
El “More Blood” (Más sangre) que se nos presenta en bandeja de plata, refrenda el diálogo de Kojèbe con Raymond Aron en la ruptura parisina de los sesenta: “¿Cuántos muertos?”, pregunta el ruso. “Ninguno”, responde el autor de El opio de los intelectuales. A lo que Kojèbe dictamina: “Entonces en mayo del 68 no pasó nada en Francia”.
La relación de poder que hay en las piezas, anula la coacción entre quien se ampara en la beligerancia de una ideología, dando paso a la reflexión psíquica que, en su armonía y pulcritud –en un feminismo hermoso y natural, como ya se ha visto en otros discursos de la artista–, persuade al espectador que no haga nada en contra de su voluntad.
Los regímenes dictatoriales y represores, producto del desequilibrio entre sabiduría y compasión humana, sólo fortalecen la complicidad en su versión moderna de seducción, consentimiento y exclusión… Y es ahí donde Marisa Caichiolo dice “No” y, a partir de cada caligrafía capilar, su profundo análisis de ¿En qué más puedo servirle? precisamente sirve para desmontar operaciones de represión, maltrato y dominación.
La exposición “SocialSUBJETIVA” en el Ateneo de Madrid –sede del Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales, PHotoEspaña 2019–, es una muestra que reúne, del 16 al 31 de julio, a creadores como Marisa Caichiolo, Directora of Latin American Art Affaire, Curadora en LA Art Show y Directora Ejecutiva en Building Bridges Art Exchange, así como a trece artistas internacionales, “con especial énfasis en el ámbito de la visualidad latinoamericana”.
“SocialSUBJETIVA” satisface la idea de que “lo social”, “la dimensión social de la obra” o del “arte-facto” y de la imagen en sí, responden –siempre– a un principio subjetivo, personal e intransferible. Los artistas participantes son: Antonia Cruz, Adonis Ferro, Marisa Caicholo, Aimée Joaristi, Claribel Calderius, Carlos Abad, Humberto Vélez, Ricardo Miguel Hernández, José Manuel Ciria, Open This End/Portal Art, Leandro Allochis, Francisco Brives, Santiago Torralba. Curador: Andrés Isaac Santana. ¡Enhorabuena!
raelart@hotmail.com
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