ECONOMÍA Y POLÍTICA

¿Para qué sirven 485 MMDP? II de III

Por La medicina contra la desaceleración es la inversión, so pena de caer en una crisis mortal. Arcángel Rojo.
martes, 13 de agosto de 2019 · 00:00
Rolando Daniels Pinto

En la entrega anterior, se hizo referencia a un estudio en el que se demostró cómo entre 1993 y 2015, el incremento del gasto público fue incapaz de lograr en el largo plazo un efecto multiplicador positivo sobre el PIB, situación que debe alertar a los diseñadores y aplicadores del programa de 485 MMDP que el gobierno federal está por iniciar para contrarrestar la desaceleración de la economía nacional.

Ahora bien, hay que desmenuzar cómo se proyecta realizar toda esa inversión y tratar de explicar cuáles pudieran ser los canales de distribución más adecuados para obtener el resultado ؚóptimo que maximice la eficiencia de ese programa expansionista apoyado con inversión por medio de APPs.

Antes de lo anterior, es pertinente mencionar que el estudio comentado hace dos aclaraciones respecto a sus resultados generales; la primera consiste en que el resultado del gasto público tiene un multiplicador positivo cuando la inversión se realiza por los gobiernos subnacionales (las entidades federativas), ya que son gobiernos más cercanos a las sociedad y conocen mejor sus características.

Por otra parte, también el multiplicador del gasto tiende a ser positivo en el corto plazo, sobre todo cuando se está en la parte baja del ciclo económico, es decir, en la etapa recesiva; si bien la economía nacional aún no entra en recesión, sí está en el umbral de ella, la desaceleración, y la inyección de gasto público, como medida contra cíclica, puede mitigar en corto plazo la tendencia en la caída del PIB.

De entrada, se proyectan 50 MMDP en 18 proyectos de infraestructura carretera, hidráulica, transporte y desarrollo urbano, de los cuales el 80% de la inversión la pondrá el sector privado por medio de APP o concesiones; además se contemplan 320 MMDP del Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN), ya incluidos, pero aún no ejercidos, en el presupuesto de 2019, para apoyos a la inversión física.

Por otra parte, se contempla incentivar el consumo privado a través del crédito Fonacot, también mediante créditos de la Sociedad Hipotecaria Federal junto con la banca comercial; en tanto NAFIN y Bancomext apoyarán con 270 MMDP, el financiamiento de 130 mil Pymes y 370 mil Microempresas.

Asimismo, NAFIN y Bancomext agilizarán los créditos para empresas de sectores estratégicos del país; el primero atenderá a contratistas de PEMEX y a otros proveedores del gobierno federal, en tanto el segundo a proyectos vinculados a la generación de energía y la minería; también, el FIRA beneficiaría con 50 MMDP a medio millón de productores del sector agroalimentario del sur sureste del país.

Otra de las acciones del programa federal, es adelantar entre agosto y octubre licitaciones para 2020, esperando que las empresas ganadoras empiecen a realizar sus inversiones a más tardar en el último trimestre de 2019 y con ello se generen empleos y se contribuya al incremento del consumo privado; finalmente, con una inversión privada por 20 MMDP, se ampliarán o mejorarán carreteras federales.

Hecho grosso modo el recuento de cómo se invertirán los 485 MMDP con recursos públicos y privados para lo que resta del año, es necesario analizar los factores que inciden en la capacidad de respuesta de la economía para estimar las posibilidades de éxito del programa anti cíclico del gobierno.

Un factor sumamente importante a considerar es la Propensión Marginal al Consumo, es decir, cuánto de cada peso disponible adicional se destinará al consumo de bienes y servicios; otro elemento será la confianza del sector privado para invertir ante un eventual incremento en la demanda de bienes y servicios, así como de bienes de capital; pero algo sumamente importante será que el gobierno cuente con el dinero suficiente para hacer realidad su programa; esto último es parte la historia que continuará.

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