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Oposición

Por Jorge A. Meléndez
viernes, 20 de septiembre de 2019 · 00:00
“Están moralmente derrotados nuestros adversarios”.

El Presidente está obsesionado con sus opositores. Todas las semanas los menciona. Se esfuerza por recordarnos un día sí y otro también que está luchando contra “la hipocresía neoliberal”.

Su lista de insultos es legendaria y creciente (relee “¡Eres un #$%&!/!!”). Insulta como parte de su estrategia populista para dividir al País entre “el pueblo sabio” y una oposición que busca que todo siga igual.

Es innegable que México necesita cambiar. Es cierto que la corrupción nos carcome. La deuda social con los que menos tienen es inobjetable. Y también es cierto: muchos defienden el statu quo y no quieren cambiar para defender intereses mal habidos.

Pero no son todos. También hay una oposición distinta.

Porque oponerse a la estupidez nunca será malo. Porque criticar lo que está implementado con las patas nunca estorba. Porque objetar incentivos mal aplicados nunca está de más. Porque denunciar las ocurrencias nunca generará dolores de cabeza.

Oponerse a lo malo siempre será algo bueno.

Por ejemplo:
*Me opongo a que no se evalúe a los maestros y en cambio se alíen con rijosos que tanto daño le han hecho a la educación.

*Estoy en desacuerdo con darle dinero a Pemex sin atorarle primero a su obesidad, ineficiencia y falta de tecnología.

*Refuto renunciar a la inversión privada en aguas profundas.

*Objeto elefantes blancos como Dos Bocas o el Tren Maya (ve “Los 3 retos de Dos Bocas” y relee “Viralizar la razón”).

*Apoyo la austeridad, pero estoy absolutamente en contra de aplicarla sin ningún análisis. Los pecados de omisión también pueden ser graves. Relee “Omisiones que matan”.

*Resisto que se cancele un aeropuerto moderno, avanzado y necesario, y que se cambie por un plan vacilón que generará dolores de cabeza para los pasajeros e inhibirá la inversión.

*Apruebo que se apoye a los que menos tienen, pero me opongo a programas de capacitación mentirosos que se prestan a la trampa, mientras que crean votantes cautivos.

*Me rebelo a cancelar por razones dogmáticas tecnologías que han sido probadas, como fracking o las semillas mejoradas.

*Me niego a aceptar que la CFE sea único productor en México cuando sus plantas generan electricidad mucho más cara que las de una empresa privada. Relee “Back to the past”.

*Aplaudo el combate a la evasión, pero repruebo totalmente el terrorismo fiscal y entramados legales que puedan ser abusados para perseguir a cualquiera que incomode al régimen.

*Denuncio como falsas todas las curas rápidas y fáciles a problemas añejos y complejos.

Y ahí le paro porque ejemplos sobran y no acabaría.

Por cierto, esto de oponerse a lo malo no es privativo de la política. Es perfectamente aplicable a los negocios y la vida.

En una empresa siempre hay que oponerse a la arrogancia, a los jefes sabelotodo, a la grilla, a los lambiscones profesionales, a callar al talentoso que piensa distinto, a ignorar a los clientes, a ignorar a la competencia, a no prestarle atención a los avances tecnológicos y a defender la vaca lechera sin invertir en nuevos becerritos, entre otros.

Y en la vida por lo menos hay que estar en contra del gasto excesivo, del desorden, de los gritos, del egoísmo, del desamor, del permisivismo excesivo con los chavos, de privilegiar pantallas sobre relaciones, de no hacer la tarea, de no escuchar, de dejar de aprender, de olvidar divertirse, del estrés permanente y del materialismo.

Te propongo que aquel te advierta en la política, los negocios o la vida de lo que haces mal no es un opositor, es un aliado.

Charles Darwin, uno de los científicos más influyentes de la historia, basó su éxito no sólo en su capacidad, sino es su método de trabajo.

Darwin le daba más peso a todo aquello que contradijera su teoría predilecta. Evadía el sesgo de confirmación, ese peligrosísimo y tan común reflejo de aceptar sólo lo que concuerde con nuestras ideas.

Veía todo lo que se oponía a su pensamiento como fuente de mejora.

Sin duda, un gran consejo para cualquiera... y, claro, invaluable para la 4T. Yo, por lo pronto, me apunto como ese tipo de opositor, ¿y tú?

Posdata. Excelente noticia: volverían las subastas eléctricas. Ojalá. Porque lo mismo dijeron de las rondas petroleras y todavía están en veremos.

En pocas palabras
“No sobrevive el más fuerte, sino el más inteligente”.

Charles Darwin

benchmark@reforma.com

Twitter: @jorgemelendez

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