Misterios de la Baja

El “ángel” de San Felipe

Por Gabriel García
miércoles, 22 de enero de 2020 · 00:00

“Ganar la Baja 1000 siempre había sido mi sueño desde niño, mi familia luchó por esto muchos años y ahora lo hicimos realidad, no lo puede creer”, dijo Alan Ampudia.

Tengo más de 17 años de conocerlo y sé que es una persona que lo da todo por San Felipe, su nombre, Martín Romo, un excelente anfitrión cuando uno visita ese puerto, pero un mejor ser humano, lo considero como un embajador de esa ciudad de nuestra Baja California y también del Off-Road, al buscar de diferentes maneras que la comunidad cuente con un mejor sitio para vivir, especialmente los niños.

Romo atiende todos los días los negocios familiares en San Felipe, los restaurantes Rosita y Rice and Beans, siempre con una sonrisa y buscando la forma de que a la gente le vaya de una mejor manera, no por nada en el universo de las carreras fuera de camino es muy conocido, inclusive sosteniendo una amistad muy fuerte con pilotos de la talla de Nick Baldwin, Robert Acer, Alan Pflueger, Mark Post e Iván Stewart. También es común ver muchos videos de diferentes carreras en sus negocios, grabados y editados por el mismo, siendo las carreras fuera de camino uno de sus pasatiempos favoritos y una forma de unir lazos con comunidades de diferentes partes del mundo.

Normalmente se le ve sembrando árboles en diferentes zonas de San Felipe, al igual que buscando donativos para estudiantes de los diferentes niveles escolares en su puerto, ojalá hubiera en todo México más personas como Martín, que siempre buscan verle lo positivo a cada situación y trabajar por contar con una mejor ciudad sin pedir nada a cambio.

RECORDANDO AL BUEN “KRISSALAN”
Ya se cumplieron 23 años del fatal accidente aéreo que le costó la vida a Javier Espinosa y a su hermano, quizás para las nuevas generaciones en el Off-Road su nombre no les represente mucho, pero el ensenadense fue el primer mexicano en correr un evento oficial de Score International en los Trophy Trucks, honor a quien honor merece.

Espinoza, apodado también como “Krissalan” por la compañía de aviación que tenía y llevaba ese nombre, se presentó en los “Monstruos del desierto” durante la edición 1994 de la Baja 1000, carrera que en ese año arrancó y finalizó en Mexicali. Durante esa ocasión se vio al piloto porteño a bordo del antiguo Truck Chevrolet de Larry Ragland, cumpliendo uno de sus sueños que tenía en su mente, sin imaginar que casi dos años después fallecería y comenzaría a correr por los desiertos celestiales, Vaya con Dios.

bajaismyfavoriteplace@gmail.com

 

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